El Secreto de los Dragones

Capítulo 20

Sonrío e inmediatamente se derrumbó sobre el suelo, su nueva armadura esfumándose tan rápido como había aparecido, dejándola vestida en la que llevaba puesto anteriormente.

Con sus últimas gotas de energía creó un bastón de luz para apoyarse y se levantó del suelo. Gritó de dolor al sentir un crujido en su pierna, lágrimas cayeron de sus ojos al ver que efectivamente se había quebrado un hueso. Intento dar un paso y tuvo que sellar los labios para contener otro gritó que amenazaba con escaparse.

"Puedes hacer esto, debes salir de aquí para demostrar que venciste"

Mantuvo los ojos cerrados un momento y se armó de valor para continuar. Cada vez que un estallido de dolor la invadía, la ignoraba y seguía caminando... Finalmente llegó a la puerta y con el poder restante que le quedaba lanzó una honda de luz, convirtiendo la puerta en pedazos de madera.

Se enfrentó a miles de ojos que observaban con atención esperando a la reina, pero que se agrandaron sorprendidos al ver a una adolescente con una armadura magullada y cubierta de sangre frente a ellos.
Lisa sonrío victoriosa, sus ojos se cruzaron por una milésima de segundos con los de Alexander, vio como él se abría paso entre la multitud para llegar hasta ella, pero antes de que pudiera llegar una última estallida de dolor invadió a Lisa, haciendo que cayera inconsciente sobre el suelo.

***

—¿Como lo hizo? Un ser humano, jamás tendría ese nivel de poder. Ningún ser humano hubiera aguantado tanto tiempo... considerando sus heridas y la cantidad de magia que usó, debería estar muerta.—Escuchó una voz vagamente familiar y mantuvo los ojos cerrados tratando de identificarla, hasta que la reconoció como la de Loringell.

—Eso no es lo importante ahora Lor. Lo importante es averiguar qué vamos a hacer con el hecho de que nuestra madre está en cuidados intensivos y que el pueblo se ha vuelto loco, porque Lis le ganó—La voz de Alex sonaba enojada, pero a la vez preocupada y cansada.

—Yo pienso que te equivocas Adasser, es importante saber cómo lo hizo. Tal vez pasó algo durante la batalla, después de todo no fue en frente del público.—se escuchó una tercera voz, la que Lisa identificó como la de Thån.

—Mejor cállate y esperemos a que despierte. Valï, ¿Cómo están sanando sus heridas? Ya lleva tres días inconsciente.

"¡Tres días!"

—Está mejorando más rápido de lo que debería, heridas como esas toman semanas en sanar usando a los mejores curanderos, en cambio ella está casi perfecta. Solo tendrá problemas para caminar bien con su pierna por unos días, pero Lisā ya debería despertar.
Espera...

"¡Oh no, me descubrieron!"

Lisa abrió los ojos, mirando los cuatro rostros que estaban sobre ella. Escuchó al pelirrojo soltar una mala palabra y sonrío al ver a Val y Thån con sus ojos llenos de alegría, mirándola de vuelta. Por último miró a Alex, quien parecía contener lágrimas en sus ojos, y se lanzó a abrazarla con fuerza, a lo que ella correspondió a pesar del dolor que sentía al moverse. Después de unos segundos un leve "Ouch" escapó de sus labios y el príncipe se apartó rápidamente.

—Lo siento, solo estoy muy feliz de verte.—Sonrió con sus ojos azul marino brillando de alegría,  haciendo que esa expresión seria que últimamente le había visto cambiara por una feliz.

—Yo estoy feliz de seguir viva.—respondió con orgullo, dispuesta a levantarse.

—¿Qué crees que haces?—su amiga se acercó a ella con una mirada amenazadora, lo que le pareció tierno a Lisa considerando lo bajita que era Valï.