—Bienvenidos a Jezingel —mencionó Angela soltando un suspiro. Por fin habían llegado a la isla donde tomaba lugar la profecía y la descendiente no sabía si estar emocionada o preocupada.
Los nekroi los habían estado siguiendo todo el camino, y tuvieron que tomar varios atajos y distracciones para perderlos. Por suerte no habían tenido ni rastro de ellos por los últimos tres días, pero eso solo alertaba más a Angela, preguntándose si harían un ataque sorpresa.
Por el otro lado, Güsingrim e Ingrid no se callaban. Cada vez que obtenían una oportunidad de ofenderse mutuamente la utilizaban y eso había hecho que el dolor de cabeza de Angela aumentará.
Aterrizaron en la oscura arena, Angela notó lo nerviosa que estaba su kleindragel al tocar el suelo, así que acarició sus suaves, blancas plumas intentando calmarla, pero inmediatamente después de que ella se bajó, Perla salió volando.
Preocupada por lo que eso significaba
Angela miró a su alrededor, ni cinco minutos habían pasado desde que llegaron e Ingrid y el enano estaban discutiendo. Ella lo llamaba ciego porque no podía ver mucho de la isla debido a su estatura y él la acusaba de ser una gorda y fea desgraciada.Angela sonrío al verlos, luego reunió a todos y juntos decidieron que investigarían para ver si encontraban rápido la llave o si debían hacer un refugio para quedarse varios días.
Enfocándose más en el lugar por el que caminaban, descubrió que estaban en una isla hecha de cenizas, cubierta de oscuridad y el olor a muerte. Todo era color carbón, hasta la arena que rodeaba el mar parecía quemada por un ardiente mar de fuego.Eso le trajo malas memorias a Angela, malas memorias sobre su niñez y no pudo evitar preguntarse si esta era la misma isla. La isla donde había vivido un infierno que estuvo lleno de lágrimas y muerte.
Los cinco descendientes y el enano continuaron su camino, notando que ya estaba oscureciendo y que no habían encontrado nada más que rocas, por lo que ahora debían buscar un lugar lo suficientemente cómodo para acampar. Angela no paraba de ver nerviosa a su alrededor a la vez que horribles memorias, que había sepultado en lo más profundo de su mente, salían a la luz.
—¿Escuchan eso? —preguntó Ingrid haciendo que todos se detuvieran.
Angela hizo un esfuerzo, pero no lograba escuchar nada más que el suave y triste soplido del viento. —No hay ningún sonido Ingrid.
—¿Ahora resulta que también estas sorda? —preguntó el enano asesinando con la mirada a la descendiente del dragón de la guerra.
—¡Tal vez si fueras lo suficientemente inteligente para callarte entenderías lo que estoy tratando de decir! —le gritó en respuesta, sus ojos Ambar llenos de furia. —Exacto, no hay ningún sonido. —Ingrid se volteó hacia Angela. —Eso significa que no hay seres vivos. Ni pájaros, ni animales, ni siquiera el mar que cruzamos parece emitir ruido alguno. ¿Acaso no les parece raro?
Nadie supo que responder ante las palabras de la descendiente. Porque todos sabían que los nekroi eran monstruos silenciosos que absorbían el sonido que los rodea.
⚔️⚔️⚔️
Por fin habían encontrado una cueva abandonada dentro del bosque de la isla. Los árboles tenían troncos negros y no tenían hojas, por lo que encontrarla no fue tan difícil.
Para evitar cualquier ataque Angela hizo una capa de hielo alrededor de la cueva, esperando que eso fuera suficiente.
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El Secreto de los Dragones
Fantasía(Continuación de La Academia de Dragones, Libro 2) #1 en Fantasía 17/12/16 #2 en Fantasía 10/4/17 #3 en Fantasia 16/8/16 #4 en Fantasia 14/8/16 #5 en Fantasia 12/8/16 (Créditos a @Wristofink por la increible portada)