La casa de Venus no era para nada como Lisa la imaginaba, por fuera lucía como una del montón con paredes lisas, ventanas de marcos blancos y unas linternas de colores colgando del techo. Se veía cálida, pero sencilla, a excepción de la figura de una salamandra dorada que se encontraba incrustada en la puerta, sin embargo, al cruzar el umbral, la apariencia de la casa se transformó por completo. Lo que antes era una pequeña cabaña, se había convertido en una mansión.
La sala de estar era espaciosa y estaba adornada con cortinas de terciopelo rojo que caían desde el techo alto. Un candelabro de cristal colgaba majestuosamente en el centro, iluminando la habitación con destellos de luz brillante. Las paredes estaban decoradas con pinturas que parecían cobrar vida, contando historias de antiguas batallas y criaturas místicas.
—Claro, la mujerpiente tenía que ser batman. —le susurró Alex al oído a medida que Venus los guiaba por un pasillo lujoso, con alfombras mullidas que absorbían sus pasos.
—Deja de pensar en tonterías y mantente alerta, hay algo de esta mujer que me intriga y no me iré hasta saber más —exclamó Lisa sin perder de vista a la señora que iba unos pasos adelante. Se percató que las paredes estaban decoradas con esculturas de oro que representaban criaturas mitológicas que solo había visto en antiguos libros de la Academia.
Finalmente, llegaron a una sala de estar un poco más pequeña que la anterior, con ventanales que ofrecían vistas a jardines llenos de flores exóticas y estanques de aguas cristalinas. Resultaba extraño, ya que desde fuera no se percibía nada de eso, lo cual indicaba que el hechizo que Venus había impuesto en su hogar era poderoso y que ella era más formidable de lo que aparentaba.
—Bienvenidos a mi hogar, prometo que no serán mi nueva cena. —Venus sonrió revelando unos dientes perfectamente afilados. Sus ojos rosados mantenían a Lisa insegura, pero no iba a mostrar debilidad, por lo que se limitó a estrechar la mano de Alex con fuerza.
—Gracias por recibirnos —contestó —pero podrías responder mi pregunta inicial, ¿quién eres o qué eres?
—Soy alguien que conoció a tu madre Lisa Silvers, dejémoslo así—Con gesto elegante, Venus extendió sus manos y de repente un conjunto de objetos intrigantes se aparecieron sobre una mesa larga colocada en medio del salón. Eso solo dejaba a Lisa con más preguntas, pero antes de que pudiera hacerlas, Venus continuó—Observen bien los objetos que tienen al frente, les ofrezco como obsequio el que más deseen.
Lisa observó detenidamente los objetos. Eran cuatro en total, dispuestos de izquierda a derecha sobre la mesa. El primero era un pastel de chocolate cuyo aroma tentador inundaba la habitación. Al lado se encontraba un frasco de vidrio con un líquido negro que brillaba, seguido de una hermosa daga de plata y una delicada pluma blanca. Definitivamente, el que más llamaba la atención de la descendiente era el postre. Alex la volvió a ver con ojos que indicaban que esa era, sin duda, la mejor opción.
—¿Qué hace cada uno de estos objetos?—preguntó Alex sin dejar de observar el grandioso pastel.
Venus, quien ahora lucía de nuevo como una hermosa mujer, comenzó a explicar:
—El pastel de chocolate es más que una delicia. Otorga grandes cantidades de energía a quien los consuma, sería ideal para sus monturas si desean emprender un vuelo rápido de regreso a casa. Está hecho para criaturas mágicas, no sé cómo afectaría a personas—sonrió maliciosamente—El frasco de líquido negro es un sedante capaz de adormecer al instante incluso a un dragón. La daga de plata es una reliquia antigua, capaz de absorber, o devolver la esencia de vida. Por último, la pluma otorga alas a la persona que la consuma.—Lisa y Alex se volvieron a ver divertidos ante la mención de este último objeto, recordando la conversación que habían tenido hace poco.
ESTÁS LEYENDO
El Secreto de los Dragones
Fantasy(Continuación de La Academia de Dragones, Libro 2) #1 en Fantasía 17/12/16 #2 en Fantasía 10/4/17 #3 en Fantasia 16/8/16 #4 en Fantasia 14/8/16 #5 en Fantasia 12/8/16 (Créditos a @Wristofink por la increible portada)