El Secreto de los Dragones

Capítulo 3

"Secreto...
Los dragones comerán...
la sangre del corazón...
por el pan reirán y
en el baño con la refri estarán"

—Angela... ¿estás segura de que eso está bien traducido? —Adam la miró como si se le fueran a salir las lágrimas de la risa.

—Bueno... tal vez no sea la traducción exacta, pero ¡Éste es un Akjishodra muy antiguo! ¡No creo que ni la maestra Silica lo entienda!

Efectivamente Angela tenía razón la maestra Silica no fue capaz de traducir más que unas cuantas palabras, lo que no ayudo mucho.

"Piensa Angela... ¿quién es la persona más vieja en la Academia?..."

—¡El director! —Kate le quitó las palabras de la mente, si eso era posible.
Con rapidez los cuatro se dirigieron al salón del director, se habían escapado de una aburrida clase de historia, usando la mejor distracción de todas, por lo que los pasillos estaban vacíos.

"Espero que el profesor no recuerde a Adam quitándose la camisa en media clase y arrojándosela, por suerte él había perdido un reto y no tuvo más opción que ser la distracción."

Angela susurró la clave y la puerta se abrió de inmediato, los cuatro entraron y ésta se cerró a sus espaldas. El director Griswold, los miraba sorprendido desde su escritorio. —¿Qué hacen aquí, y por qué no están en clases?

—Tenemos un problema con el pan y la refri.

***

Angela le explicó al director que mientras que todos estaban corriendo por el ataque, ella encontró el mensaje grabado en sangre y el pergamino debajo del cuerpo inmóvil de un nekroi. También le dijo como había tratado de traducirlo y no había salido muy bien.

El director tomó el pergamino en sus manos y lo leyó en voz alta.

"La destrucción los rodeará,
El primogénito de la oscuridad la convocará. Dragones emergerán y sin piedad comerán todo aquel corazón cual se deban enfrentar. En Jëzingêl, donde la llave del secreto de la necromancia se oculta. El futuro está en garras oscuras
Destrucción vendrá..."

Inmediatamente una llama devoró el pergamino, iluminando las caras horrorizadas de todos. Angela miró las manos del director, donde ahora solo había cenizas y se preguntó por qué había quemado el pergamino.

—¡Vuelvan a sus clases de inmediato! —gritó el director alarmado.

—Pero director...— Angela fue interrumpida por la eufórica voz del mismo.

—¡No voy a discutir más! Olvídense de esa profecía y salgan de aquí.

***

Los cuatro salieron molestos del salón, aún sin entender por qué el director había reaccionado de tal manera. 

Entre todos se separaron para ir a sus clases, a Angela le tocaba historia de nuevo, pero no logró poner atención. Se pasó escribiendo las frases de la profecía, que había memorizado, e intentó analizarla.

La destrucción los rodeará,
El primogénito de la oscuridad la convocará.

"Esto debe referirse a Dauntan..."

Dragones emergerán y sin piedad comerán todo aquel corazón cual se deban enfrentar.

"los dragones deben ser esa destrucción. Eso significa que...  ¿Dauntan quiere REVIVIR a los dragones?"

—¡SEÑORITA GLACIEM! —Angela levantó la vista ante la fuerte voz del profesor Jared, pero su mente aún seguía en la profecía.

—Ya entiendo todo... —dijo en un susurro más para ella que para él.

—¿Que entiende qué? —preguntó el profesor totalmente confundido al igual que toda la clase.

—No... No eran panes ni refris. Debo hallar la llave... ¡Tengo que ir a Jëzingêl! —respondió sin prestar atención a nada más que sus pensamientos.

—Señorita ust... —volvió a hablar el profesor Jared, pero esta vez un poco más enojado; sin embargo fue interrumpido por la chica de los ojos morados. —Perdóneme profesor pero me tengo que ir. —Se levantó rápidamente de su asiento recogió todas sus cosas y caminó en dirección a la salida. Una sonrisa se asomó en su rostro con tan solo pensar en la cara que probablemente tenían todos.

•••••••

•Jake•
El plan de Dauntan había tenido éxito, logró lastimar a Lisa, quién sospechaba que era una descendiente poderosa. Logró demostrarle a todos que aún estaba vigilándolos y que tenía mucho poder. Todo estaba saliendo a la perfección, pero Jake solo podía estar feliz por el hecho de que no lo habían descubierto y de que Angela no había sido lastimada.

Algo que sí le molestaba era que Dauntan no hubiera compartido con él su plan de revivir a los dragones (el cuál su hermosa amiga de los ojos violeta había descubierto y explicado a todos). Lo único que Dauntan le había dicho era que dejara tirado el pergamino de la profecía para que los descendientes de la Academia lo guiarán hacia la llave y la encontrarán por él. Ahora que sus "amigos"' planeaban ser quienes consiguieran la llave de la necromancia, Jake los iba a ayudar. Después de todo, la llave es  lo último que Dauntan necesita para completar su plan.

"Después de conseguirla tomaré la llave para mí mismo y la usaré para manipular a Dauntan y cumplir mi propio plan."

—¿Jake estás listo? —Se volteó para observar a la única persona en quien no podía parar de pensar, quien tenía su cabello blanco en una trenza y parecía emocionada por irse. El completo opuesto de Ingrid, quien lo miraba con odio y no parecía querer ir en esta misión.

La sonrisa que había empezado a formársele en el rostro se desapareció. Jake no entendía por qué ella los iba a acompañar. Según Angela, ella era muy amable, pero con solo su aspecto se veía muy feroz. Llevaba una jacket de cuero del color de su cabello negro con pequeños diseños de llamas en los bordes, también tenía cuatro dagas amarradas a su cintura, y una en la pantorrilla, definitivamente lucía como si estuviera a punto de matarlo.

—Vámonos. —Jake se montó en Hel, su kleindragel y alzó vuelo siguiendo al resto, quienes parecían haber empacado muy poco considerando que no sabían cuando iban a volver. Mirando una última vez a la Academia, los cinco descendientes se perdieron en la oscuridad de la noche.

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Este cap va dedicado a LJulianaCastro a @Nicoleaml y a @pao7uu7. ¡Gracias por su apoyo y espero que sigan comentando y votando ;)