Capítulo 13

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—Tendremos que llamar a los Caza-Fantasmas —dijo volteándose con una expresión totalmente sería.
Notó que Ingrid abría los ojos como platos, sorprendida de que ella dijera algo como eso, después de todo "los caza-fantasmas" era algo solo del mundo de los humanos. Angela sonrió al ver la cara desconcertada de todos, sabiendo que ella era la única que amaba ir a Tërragârd de vez en cuando.
Simplemente era maravilloso... Habían cines, Starbucks y PERROS. Ella amaba los perros.

—¿Uhh Angela? A que te refieres con "caza-fantasmas"...—Sacada de sus pensamientos por la voz de Adam quien acababa de llegar, recordó lo que había visto y un escalofrío la recorrió.
Luego en vez de explicar, se quitó los anteojos y se los dio al rubio para que lo viera por sí mismo.

***

Todos estaban sentados en el salón principal, intentando decidir qué hacer con el asunto de los fantasmas rondando afuera de la casa. Después de probarse los anteojos y mirar por la ventana, todos habían adquirido expresiones diferentes.
Adam observaba una pared abriendo y cerrando los ojos, como si no creyera lo que había visto; Kate golpeaba su cabeza contra la puerta repetidamente, mientras que Ingrid estaba en una esquina. Tenía las piernas contraídas y se mecía a sí misma, Angela jamás la había visto así, parecía como si hubiera visto un fantasma.

"Lo cual de hecho sí hizo..."

El único que estaba casual acerca de la situación era Jake, quien estaba sentado reflexionando.

Sabía que alguien tenía que hacer algo, no podían quedarse ahí sin hacer nada.
—Vamos a patear unos traseros fantasmales.—Dijo atando su cabello blanco en una cola para luego apartar a Kate de la puerta, lista para salir sabiendo que el resto la seguiría.

—¿Estás loca? ¡No podemos enfrentarlos! Nuestras armas no les harían daño, si salimos sería suicidio.—Ingrid caminó hasta ella y le arrebató los anteojos de la mano.—Finjamos que nunca encontré estos anteojos.

Ingrid estaba apunto de estallar los anteojos contra el suelo, cuando Ángela la congeló, dejando solo su cabeza libre—Vamos a ir todos, quieras o no. Si tengo que arrastrarte como un gigantesco cubo de hielo lo haré, pero vamos a averiguar porque los fantasmas solo se pueden ver con los anteojos.

—Me sorprendes Angela, que gran forma de motivarnos.—Jake habló con sarcasmo acercándose a ella.

Ignorándolo, descongelo a su "amiga" y la arrastro hasta la puerta.

••••••••

•Ingrid•

—Aquí no hay nada... ¡¿Qué se hicieron los malditos fantasmas?! —dijo alterada mirando alrededor.

—¿Tal vez deberías usar los lentes?—Jake habló con el típico tono de "duh", como si fuera obvio.

Ella lo asesinó con la mirada y agarró los redondos anteojos entre sus manos, los levantó con inseguridad para finalmente dejarlos sobre sus ojos.
Inmediatamente soltó un grito que deseo no haber hecho y dio un brinco hacia atrás, alejándose del gigantesco fantasma que estuvo cerca de matarla.
Era del tamaño de una casa y sostenía una espada diez veces su propio tamaño.

—¿Ingrid? —Ignoró a sus amigos, olvidando que solo ella podía ver a el centenar de fantasmas que los rodeaban.

Perry la miraba intensamente, como si estuviera decidiendo la forma más rápida de matarla.

"No no se llama Perry, pero tampoco soy tan idiota para llegar y decir "Hola señor fantasma, ¿cuál es su nombre?"

El grito de Kate la sacó de sus pensamientos e hizo que volteara su cabeza ignorando a la figura fantasmal que tenía al frente.
Otro fantasma tenía a la chica entre sus brazos, este fantasma era más pequeño, pero Kate seguía pareciendo un insecto a su lado.

El Secreto de los DragonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora