Capítulo 25

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—Tú... —volvió a murmurar acercándose peligrosamente hacia él.

—¿Qué quieres ahora Ingrid? ¿Por qué mentiste y no me dejaste entrar junto al resto? —sus ojos destellaron rojos de furia.

—Porque lo veo en tus ojos. ¿Qué fue lo que hiciste?

—¿De qué hablas? ¡Aléjate de mi! —respondió el chico notando que Ingrid solo estaba a pocos pasos de él, acercándose con esa mirada de "muere".

—¡Dime que fue lo que hiciste! —dijo molesta a la vez que le empezaba a hervir la sangre y movía sus manos hacia atrás en busca de sus hachas.

—Si das un paso más... —Con una sonrisa lo ignoró y se acercó.

En su mente visualizó lo que pasaría a continuación, era una de las habilidades que había adquirido por su ascendencia. Así que pocos segundos antes de que sucediera se movió para atrás, si no lo hubiera hecho el puño de Jake hubiera impactado contra su cara. Jake la miró estupefacto y ella aprovechando la confusión del chico, agarró su brazo y lo lanzó sobre su hombro en el aire haciendo que cayera de espaldas.

—Te voy a ma...

—Alto ahí. —Lo interrumpió poniendo sus hachas convertidas en una espada, sobre su cuello. Lo miró con odio hasta finalmente vio un objeto brillante en su bolsillo.

—¿Qué es eso? —se agachó sin mover su espada del cuello de Jake.

—Nada que te importe. —Intentó levantarse pateándola, pero Ingrid también lo anticipó y golpeó a Jake en la cara, asegurándose de dejarlo en su lugar.

Agarró la piedra brillante del bolsillo de Jake y casi se le cae de la sorpresa al ver lo que era. Eran un cristal que cambiaba de color a diferentes tonalidades de morado, en el centro tenía grabada una forma muy peculiar... El símbolo de la reina de diamante.

—Dónde conseguiste esto. —Lo fulminó con la mirada. —Entraste a la bóveda secreta de los enanos. —La única respuesta de Jake fue una retorcida sonrisa a la vez que se disolvía en sombras y desaparecía. Ingrid soltó una palabrota al ver que el descendiente había desaparecido y se preguntó cómo carajos lo había hecho.

"Ese... Ese maldito. Al menos ahora tengo el cristal."

Jake había huido, dejándola con más preguntas que antes. Lo único de lo que estaba segura era de que ese idiota los había traicionado, o de que al menos estaba ocultando algo grande.

Decidida a marcharse y contarle todo a Angela, se giró hacia la puerta, pero justo antes de que pudiera dar otro paso fue inmovilizada por un brazo en el cuello. —Mier...

—Te voy a matar Ingrid. —La voz de Jake la interrumpió provenía de atrás  de ella y por la forma en la que lo decía, no parecía estar bromeando. El descendiente estaba ahorcándola, haciendo que se le volviera difícil respirar y que su corazón palpitara como loco.

–No... No puedes. —Logró murmurar entre dientes a la vez que trataba de librarse del descendiente que se había materializado detrás de ella. —La.. perderás...

—Les diré que te caíste de un precipicio, eres lo bastante tonta para hacerlo.

—Eres un maldito... —Sus manos que forcejeaban con el brazo de Jake que estaba situado en su cuello, era lo único que evitaba que la ahorcara. —Jamás te creerán.

—Por ahora no morirás, pero si sueltas una sola palabra... —La presión en su cuello aumentó. —Te haré daño Ingrid, les diré sobre tu pequeño secreto. —Jake rió con odio emanando de sus rojizos ojos.

El Secreto de los DragonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora