Capitulo 29

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                                                                                               Gigi

Al despertar lo primero que hice como cada mañana fue mirar mi teléfono celular, el cual se encontraba en la mesita de noche a un lado de mi cama, junto a mi elegante lámpara para leer. Al encenderlo para ver mis redes sociales, me topo con un texto del neandertal, en el que me avisaba que pasaría por mí en unas horas, para llevarme al museo. Seguramente el neandertal hubiese preferido que yo eligiera algo más divertido como un parque de diversiones o un club nocturno, pero ya era muy mayor para el parque de diversiones – o eso creía yo- y el club nocturno no suscitaba mi interés en lo más mínimo.

Antes de que Nana Beet venga con mi desayuno, decido sentarme a leer un rato, tenía muchas ansias de saber que pasaba con Maddy, con Oliv, con la madre de Maddy y los padres de Oliv, así que subí el corto tramo de escaleras y me senté en mi bello sofá blanco, el libro me esperaba ya sobre la mesa, aguardando por mí, su fiel lectora, la cual estaba un poco avergonzada por haberlo abandonado unos días por atender sus "compromisos sociales", los cuales no disfrute en lo más mínimo, tal vez un poco el ultimo, pero solo un poco.

-Nos hemos tomado la molestia de traerte el desayuno. – Anuncia Archie mientras sube las escaleras, el "nos" me hace suponer que Charles le acompaña.

- ¿He olvidado mi cumpleaños otra vez? – Pregunto colocando el libro sobre la mesa baja frente a mí y poniéndome de pie para recibirlos.

-Aún faltan unos meses. – Dice Archie colocando la charola en la mesa. – Nana Beet nos contó el ultimo chisme, nos dijo que saliste ayer con tu Doc. – Toma una tostada untada de mermelada de fresas y se desparrama en uno de los sofás, los cuales me preocupa que manche con la mermelada imposible de limpiar.

-Un gusto verte, Charles. – Saludo a Charly que permanece de pie, con la mirada perdida en el libro sobre la mesita. – ¿Me permites ofrecerte algo de mi muy delicioso desayuno? – Señalo la bandeja y me siento nuevamente.

- Ah... - Balbucea. – Buenos días. – Musita sentándose al lado de Archie.

-Empieza a contar. – Dice Archie recostando su cabeza sobre la de Charly, quien sigue con la mirada perdida en el libro.

-No hay mucho que decir. – Digo. – Solo fuimos al centro comercial y luego vimos una película.

-Señor... - Empieza Archie en un tono dramático. – Dota a esta chica con el don de contar un chisme como es debido, te lo imploramos. – Implora con el mismo tono suplicante que usan los pastores en las iglesias.

- Bien... - Digo antes de empezar a relatar con lujo de detalles el día anterior, sin censuras y sin cortar mi escena con Samantha en el baño del centro comercial. Archie y Charly escuchaban todo como si de mi boca saliese algún opioide que iluminase sus claros ojos.

-Yo le hubiese dado un puñetazo a la muy maldi... - Intentó decir Archie antes de que Charly le diera un codazo en la costilla.

-Contrólate. – Le Dijo Charly regañándole aún más con la mirada.

-Bien. – Respondió Archie poniendo los ojos en blanco. – Actuaste con propiedad. Así se dice, ¿no?

- Bien hecho. – Le felicito Charly, como si intentase entrenar a un cachorrito. – Luego te daré un premio. – Agregó ofreciéndole una pícara sonrisa luego de darle un pequeño beso en los labios.

- Definitivamente el amor cambia a las personas. – Dije sonriendo.

- ¿Lo dice la chica que solo salió a la calle porque un chico guapo la soborno con algo? – Respondió Archie mirándome fijamente sin dejar de abrazar a Charly como si fuese un oso de felpa.

Un Paso Hacia La LuzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora