Ethan
Al día siguiente de mi cita con Gigi aún quedan parte de las emociones vividas, la sensación de su mano en la mía, el sonido de su voz fácilmente lo encuentro en cualquier sonido sutil, simplemente ha invadido mi mente.
-Gracias por liberarme antes. – Dice Agatha mientras me sigue al interior de mi oficina, luego de llegar al consultorio. – Adivina quien tuvo una cita. – Canturrea sentándose en la silla ante mi escritorio.
-Nosotros. – Le respondo con suficiencia, mientras ordeno algunos papeles sobre mi escritorio.
- ¿Nosotros? – Responde con los ojos como platos. – ¿Tú? – Dice como si fuese incapaz de creer lo que insinúo. - ¿Ya caíste en las garras de esa? – Agrega elevando las cejas en una expresión de reproche.
-Primero que nada. – Empiezo a decir. – Esa tiene un nombre, por mucho que te desagrade, debes respetarla. – Digo. – Segundo... No, no fue con ella con quien salí. – Agrego.
-En fin. – Responde reacomodándose en la silla y mirándome de reojo. - ¿Quién es la chica nueva? – Pregunta, ahora desde el filo de la silla, como si fuese una niña que muere por escuchar un secreto.
- ¿No tienes trabajo que hacer? – Le digo señalando la puerta. – Citas que agendar o al menos otros chismes que escuchar. – Agrego con el mismo gesto que le hacen al gato para espantarlo.
Para ser honesto, me encantaría contarle a Agatha sobre Gigi, pero temo a que me juzgue, Gigi en un inicio comenzó siendo mi paciente, aunque en ningún momento la trate como tal, tampoco acepté el pago por tratarla y ciertamente no hay un registro suyo en mi base de datos, pero no puedo evitar pensar que falto a la ética profesional y a cada juramento que hice en mi época de universidad.
-Afortunadamente. – Grita Lori al entrar en mi oficina un rato después de que Agatha saliese. – Pude deshacer la estupidez que cometiste en la fiesta de compromiso de Lottie. – Agrega ya sentada en mi escritorio, mirándome con cierta reprobación, muy distinta a la mirada de animalillo inofensivo con que me veía en días anteriores.
-¿De qué hablas?. – Pregunto. – Ah... Ahora decir la verdad es una estupidez. – Agrego señalando la silla frente a mí.
-Exponer a quien alguna vez fue tu novia frente a sus amigas. – Dice mientras toma asiento. – Es la crueldad más estúpida que puede cometer un hombre, sin mencionar que fue un poco bajo. – Cruza tanto las piernas como sus brazos.
-Decir la verdad no es una estupidez. – Le respondo. – Prometí acompañarte, no aparentar ser tu novio. – Agrego intentando ignorarla usando mi teléfono como escudo.
-No tiene que ser una mentira si no quieres, Ethan. – Dice pronunciando mi nombre lentamente. - ¿No quieres que volvamos a ser felices como hace algunos meses? – Añade haciendo círculos con el dedo en mi escritorio, como si fuese una niña arrepentida, la cual quiere volver a jugar con el juguete que acaba de romper.
-Crees... – Intento decir al mismo tiempo que reprimo mi enojo. - ¿Crees que puedes tirarme y levantarme cuando quieras? – Termino al fin la oración con dificultad, poniendo mi teléfono a un lado.
-Estás solo. – Responde a mi pregunta. – Podríamos volver a estar juntos. – Dice con una sonrisa. - ¿No te parece que sería lo mejor? – Agrega, como si acabase de tener una gran idea que resolviese todos nuestros problemas.
-¿Te arrepientes?. – Respondo. – Te arrepientes de haberme desechado. – Le afirmo.
-No, yo no...- Tartamudea. – Yo no te deseche, solo quería un tiempo. – Dice con la respiración agitada, como si no hubiese contado con una posible negativa ante su propuesta.
![](https://img.wattpad.com/cover/356579403-288-k317002.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Un Paso Hacia La Luz
أدب المراهقينGeorgina "Gigi", ha sufrido una gran humillación pública, lo que la ha llevado a padecer una terrible fobia al exterior (Agorafobia). Cada segundo de la vida de Gigi está organizado en lo que ella llama "La Agenda del Grinch", la cual (según ella) e...