Capitulo 22

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                                                                                                Gigi

Como cada vez que leo un libro interesante, había caído en un universo compuesto por palabras y no era capaz de regresar a mi mundo tan fácilmente, había hecho una nueva amiga, una amiga que se parecía a mí, una amiga que al igual que yo había pasado mucho tiempo tras cuatro paredes, ella era como yo, aunque las circunstancias que nos confinaron fuesen totalmente distintas, pero era lo más cercano en verme reflejada en alguien más, que pudiese experimentar. Porque ambas éramos seres ajenos a este mundo, pero a su vez, teníamos una gran curiosidad por lo que hubiese allá afuera. Yo al menos tenía mis recuerdos de infancia y ahora una nueva vivencia, pero mi amiga no tenía nada más que su imaginación.

-Supe que saliste a la calle. – Dice Archie sentándose en el sillón frente a mí. - ¿Qué tal? – Agrega colocando sus pies sobre la pequeña mesa central para el café.

- Las personas siguen siendo igual de molestas y ruidosas – Respondo. – A pesar de los autos eléctricos, la contaminación de la ciudad sigue siendo la misma. – Agrego dándole dos golpecitos con el lomo del libro en los pies, para que los baje de la mesa, me irrita terriblemente la forma en que irrespeta mi habitación, solo lo hace para hacerme enojar.

- ¿Eso es todo? – Responde abriendo los ojos. – ¿Solo te fijaste en las personas y el humo que sale de los tubos de escape? – Se yergue un poco en el sillón para acomodar su postura.

- ¿En qué otra cosa más me iba a fijar? – Le pregunto poniendo los ojos en blanco.

-No sé, saliste con un chico. – Dice entrelazando sus dedos. – Aunque es tu terapeuta, no deja de ser un chico. – Sonríe pícaramente, como si insinuase algo.

Archie tenía razón, Ethan era un chico, él mismo Ethan lo había dicho (¿Y si solo fuese un chico?) pero ¿Por qué un chico como él se fijaría en una chica como yo? Una chica con tantos problemas e inseguridades, una chica por la que tendrá que esforzarse tanto, una chica que ha vivido por mucho tiempo en una preciosa caja de cristal, pudiendo él tener cualquier chica en la que sus ojos se posen.

-Vi a las chicas. – Le suelto, intentando desviarlo un poco del tema de Ethan. – Fue incómodo. – Coloco el libro sobre la mesa.

-¿Viste a tu viejo aquelarre? . – Pregunta abriendo los ojos como platos. – ¿Y qué ocurrió? ¿Sé lanzaron maldiciones? – Libera una carcajada.

-De alguna manera, así fue. –Digo. Casi ocurrió, si no hubiese sido por Ethan, seguramente mi enfrentamiento con Samantha hubiese llegado a mayores. – Lucen bastante cambiadas.

-Es la primera vez que te ocurre algo interesante en años y no quieres contarme a detalle todo lo que paso. – Dice con gesto de exasperación. - ¿No puedes ser una chica normal y contar un chisme de forma apropiada? – Agrega mirándome ahora con un gesto de desagrado, lo cual me causa cierta gracia.

En visto de que Archie era bastante exigente a la hora de recibir información, tuve que contarle todo lo que había ocurrido ese día, y él no dejaba de emocionarse y resaltar la supuesta química entre Ethan y yo, se impresiono mucho por la descripción de la nueva apariencia de las chicas, así que saco su teléfono y me hizo buscar una a una las redes sociales de todas ellas, seguramente más de una vez las vio en la ciudad, sin tener idea de quienes eran, y seguramente ella jamás pensarían que el pequeño Archie que las molestaba, se había convertido en un alto y hermoso joven.

- Sabes que a mí me pareces asquerosa, ¿cierto? – Dice. - Pero tú eres más... Bonita. – Carraspea como si haber dicho aquello le hubiese desgarrado una que otra cuerda vocal.

Un Paso Hacia La LuzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora