Sinopsis

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Lali

Una sinfonía perfecta, debe de estar compuesta de cuatro movimientos clave, cada uno con un momento y estructura determinado, único, inigualable. Cada movimiento debe de estar calculado y sincronizado para garantizar que la sinfonía pueda llegar a su fin, pueda concluir de la manera esperada.

Ahora, ¿qué pasa si un movimiento falla? La respuesta es simple, no existe una sinfonía. Dentro de ellas, no cabe la imperfección. En la música, no puede haber errores. Todo debe de ser extremadamente perfecto. Eso he pensado siempre, o eso pensaba, hasta que lo conocí.

Hasta el segundo antes de que Peter Lanzani apareciera en mi vida, creí que la perfección era algo innato de mi cuerpo, me crie así, me educaron así. Siempre perfecta, siempre sonriente, porque al parecer las super estrellas no tienen permitido pasarla mal.

Pero él, Peter, fue capaz de darme la única sinfonía imperfecta que he tenido en mi vida. Desde el segundo en el que entró por la puerta y dijo: "acepto", supe que algo terminaría mal.

Teníamos reglas, acuerdos, un papel con nuestra firma de por medio, ¿por qué fue tan fácil ignorarlo? ¿Por qué no solo seguimos lo que se nos indicó?

Solo hay una respuesta para eso: Ninguno era bueno siguiendo reglas.

Peter lo aparentaba, con su apariencia de chico bueno, con esa imagen del perfecto y grandioso jugador de hockey, con sus sonrisas coquetas y guiños traviesos, todo él era bueno. Hasta que se alejaba de las cámaras.

Yo, por otra parte, era lo contrario. Ante las cámaras soy la chica rebelde, la chica que se acuesta con cada hombre con el que aparece, la que no merece llevar el apellido de su famoso e inigualable padre: Rodolfo Esposito.

Pero cuando las cámaras cambian de dirección, solo soy yo. Una chica de veintiún años intentando seguir uno de sus más grandes sueños.

Peter y yo no somos el prototipo de pareja ideal, él no me soporta, yo no lo tolero.

Entonces, ¿Quién pensaría que crear una relación falsa entre nosotros podría funcionar? Nadie que tiene el juicio correcto, claramente. Pero pasó, y evidentemente hubo consecuencias.

Cuando dos notas musicales que no son compatibles se unen, se crea una disonancia. Una cuerda de tensión prolongada que produce un choque entre las notas musicales, provoca tensiones que deben ser resueltas lo antes posibles para no arruinar la melodía.

Si no se resuelve, la melodía no sirve, la música no existe.

Peter y yo creamos la más grande de las disonancias, una nunca antes vista y la cuestión entre nosotros fue: ¿Aún puede ser resuelta, o hemos arruinado la melodía para siempre?

365 díasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora