365 días

18

Lali.

El fin de semana llegó sin contratiempos, y me sentía algo emocionada por el hecho de asistir a la fiesta de Arthur, el mejor amigo de Peter.

Conseguí estar libre el fin de semana, Marcus parecía encantado de que la relación con Peter se volviera cada día más "verdadera", así que casi nunca ponía objeciones cuando cambiaba días y horas de ensayo.

—Recuerda, Lali, si dicen o hacen algo que te incomode, tienes que decirme —me insiste—si quieres irte, dímelo y nos marcharemos.

—No tienes nada de qué preocuparte —murmuro acomodándome el bolso sobre mi hombro—estaré bien.

—No me cabe duda, pero nunca se sabe que se puede esperar —dice.

La casa de Arthur está ubicada en una bonita colonia al sur de la ciudad. Jorge nos había traído, al parecer esa es la única condición para Marcus, andar siempre con los guardias. Así que Jorge y un par de guardias más habían venido con nosotros, pero gracias al cielo decidieron no seguirnos hasta el interior de la fiesta.

Quería agradar, no deseaba que pensaran que necesitaba a mis guardias todo el tiempo.

La música se escucha más fuerte conforme avanzamos, conseguimos distinguir el jardín lleno de personas y mientras nos aproximamos, Peter parece relajarse. Extiende la mano hacia mí, entrelaza nuestros dedos y me sonríe en el momento justo en el que llegamos a la entrada.

—¡Llegó el chico bueno! —Peter no suelta mi mano cuando sus amigos se acercan a saludar. Se dan un par de abrazos e intercambian algunas palabras antes de que reparen en mi presencia.

Coloco la mejor de mis sonrisas cuando un chico alto y de tez morena me mira.

—Tú debes de ser la famosa Lali —dice con una sonrisa amable—encantado de conocerte al fin.

—El gusto es mío —se acerca y me saluda con un beso en la mejilla.

—Soy el Chino —continúa —y esta es Ursula, mi chica.

—Encantada de conocerte, Lali —dice la chica con una sonrisa amable—realmente nos hacía ilusión conocer a la chica que ha cautivado a nuestro Peter.

—No capturen la atención de la super estrella —habla otro chico—solo quieren quedar bien, soy Agustín —se presenta.

—Evidentemente todos quieren quedar bien —otra chica se acerca, esta me entrega un saludo más efusivo envolviéndome en un abrazo—soy Lucia. La novia de Agustín.

—Es un gusto poder conocerlos a todos —admito con una sonrisa.

Peter suelta mi mano solo para cruzar el brazo por mi espalda baja y atraerme a su cuerpo.

—No agobien a mi chica —pide mirando a sus amigos con una sonrisa.

Luego de eso, me presenta al resto de su equipo, las parejas de los chicos son agradables, todas ellas me saludan con amabilidad y poco a poco Peter comienza a relajarse.

No se aparta de mi lado, a veces entrelaza nuestras manos o se coloca tan cerca de mí, como si quisiera asegurarse que todos vieran que está a mi lado, dispuesto a defenderme.

—Peter, Lali —Arthur aparece, lleva una botella de cerveza en una de sus manos y nos sonríe —me alegra ver que pudieron venir.

—No nos perderíamos de una buena fiesta —admito—feliz cumpleaños, por cierto.

—Gracias —me dedica un asentimiento y señala dos puntos en el lugar—si quieres beber algo, la barra es libre. La pizza llegará pronto, están en su casa.