8

161 8 0
                                    

Lali.

Fue cuestión de horas para que alguien publicara la fotografía de Peter y yo juntos, para cuando la noche llegó había varias imágenes de nosotros en internet, pero la foto que más sensación causó, fue la que tomaron en el momento justo en el que Peter me entrega la mitad de su hamburguesa.

No suelo leer los comentarios en internet, sin embargo, esta vez lo hago esperando encontrarme la ola de ataques en mi contra. Pero no lo hay.

Aunque claramente no es como que hablen mucho sobre mí, la mayor parte de los comentarios se centran en lo "bueno" que Peter es, en lo lindo que resulta el gesto y en las hipótesis de si él será el chico definitivo.

Mis amigas enloquecieron, y esta vez no pude hacer mucho para evitar que vinieran a mi casa y me cuestionaran absolutamente todo sobre Peter Lanzani.

—¡Es apuesto! —exclama More mientras examina la fotografía de Peter—. Solo miren ese rostro, super estrella, ¿cómo es que no nos contaste nada?

—Porque no era nada —miento—. Pero es agradable.

Lo segundo no es una mentira, estuvimos cerca de una hora más en el restaurante, intercambiamos números y luego cada quien se marchó en su auto.

—No mientas, te dio la mitad de su hamburguesa, eso tiene que significar algo —insiste Cande golpeando mi hombro—. Lo tenías bien escondido, eh.

Resoplo con fastidio.

—Bien, puede que me parezca atractivo y me agrade más de lo esperado —no es una verdad completa, pero tampoco una mentira.

Peter Lanzani es agradable, probablemente de habernos conocido en otros términos que no nos obligaran a fingir que estamos enamorados, hubiésemos sido buenos amigos.

El chico es atractivo, demasiado. Tendría que tener problemas serios de visión para no darme cuenta de lo agraciado que es físicamente, y Jesús, el cuerpo atlético es una característica que no pasa desapercibida.

—Las redes sociales comienzan a volverse un poco locas —informa Nathy—. Parece que Peter llama más la atención de lo que pensamos.

Gira la pantalla hacia nosotras y soy capaz de leer los comentarios, me rio cuando leo un par de "quiero casarme con él" "Quiero que sea el padre de mis hijos", sin embargo, la sonrisa se borra cuando percibo uno.

"Envidio a la perra, no lo merece. Peter es demasiado para ella"

—No leas eso —Nathy apaga el celular—. Son idiotas.

Sé que lo son, pero eso no impide que sienta la molestia instalarse en mi pecho. ¿Por qué siempre terminaba prestándoles más atención de la debida?

—¿Adivinas quienes ya tienen boletos para ese sensacional concierto? —More cambia el tema de manera tan drástica que son evidentes sus intentos de que olvide lo que acabo de leer.

—¡Nosotras! —gritan y eso me hace sonreír un poco.

—Saben que no tienen que comprarlos —les recuerdo con la sonrisa un poco más genuina—. Puedo dárselos perfectamente y asientos VIP, además.

—¿Y perdernos la experiencia de gritar y brincar como fanáticas normales? —inquiere Cande—. No gracias, queremos disfrutar la experiencia al máximo.

Sacudo la cabeza en forma de negativa pero no aparto la sonrisa de mis labios.

—Aunque si ese tal Peter estará ahí, nos gustaría conocerlo —dice Morena elevando las cejas—. Ante todo, necesitas la aprobación del escuadrón para salir con él.

365 díasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora