CAPÍTULO 10 - POR: Isabella Johnson.

129 17 0
                                    

—¡Muchas gracias!, no te hubieras molestado —le dice a él—. ¿Cómo supiste que amo los girasoles? —le pregunta acariciándolos.

—Me ha enamorado el más hermoso de su jardín, ¡tenían que gustarle! —le responde él.

—¿Seguro que te tiene enamorado el más lindo girasol de nuestro jardín? —Le pregunta papá entrando en escena—. ¿O solo te ha deslumbrado? —lo cuestiona, llegando hasta adonde nosotros.

—¡Me tiene enamorado! Señor —le responde sin titubear ni dudar—. ¡Y mucho! —le asegura, estrechándole la mano.

—¡Más te vale que así sea!, y que no pienses en hacerle daño, ¡por qué no tienes idea del cuidado que ha requerido para ponerse tan hermoso como lo ves! —le dice abrazándome y besándome en la mejilla.

—Descuide, qué pienso cuidarla, ¡lo que más quiero es que brille en todo su esplendor! —le responde reflejando tanta seguridad, que si es así en los negocios, difícilmente pierde una negociación, posteriormente le entrega la caja con la botella, y le dice—. Un pequeño detalle para usted, espero le guste.

Papá observa la caja y le pregunta.

—¿Cómo supiste que es de mis preferidas? —luego mira a mamá y le dice—. ¡Me parece a mí, o le han pasado información! —supone insinuando que yo le he sugerido que traerles para quedar bien con ellos.

—¡Yo no le he dicho nada! —me defiendo, y luego les pregunto—. ¿Y Erick?

—Salió con Jessica, fueron a ver no sé qué, ¡ya sabes que andan como locos! —Me dice mamá—. ¡Pero se nos unirán en el almuerzo!

—Que bien, ¡no evitaras conocer a mi hermano! —Le digo a Alexander burlándome de él —él sonríe en respuesta.

—Y desde hace cuánto están saliendo —le pregunta papá.

—Desde hace tres meses —le responde Lex.

—No les parece que es muy reciente la relación, para que ya se estén presentando a sus familias —nos pregunta a los dos.

—No, cuando se va en serio —le responde Alexander.

—¿No estarán planeando casarse tan rápido? —Nos cuestiona intrigado.

—¡Posiblemente! —responde riendo Alexander.

—¿No estarás embarazada? —me pregunta mamá con preocupación.

—No, ¡nada que ver! —respondo de inmediato.

—Y entonces, ¿Por qué la prisa en casarse? —me pregunta.

—¡Es solo un decir!, no vamos a casarnos aún, apenas y nos estamos conociendo —le respondo para tranquilizarla.

Pero no me pasa desapercibida la mirada de mi baby, que juraría no le causo gracia mi respuesta, ¡pero es cierto!, antes tengo metas que lograr.

Mamá me pide que la acompañe a la cocina, para que la ayude con lo que está preparando para el almuerzo, así que dejo a Alexander solo con mi papá, pero antes de ir le advierto.

—Papá pórtate bien, no vayas a intentar amedrentar a Alexander, ni vayas a ir por la escopeta mientras estoy con mamá.

—Descuida hija que la tengo en mantenimiento —me responde sonriendo.

—¡Tienes suerte! —me burlo de Lex —y me da gracia su carita, se nota que este tipo de negociaciones no son su fuerte, los dejo conversando y me voy con mamá a mi propio interrogatorio.

—Está muy guapo, ¿cómo lo conociste? —quiere saber.

—En la exposición de fotografías de Elena —le cuento.

El DESTINO Y SUS JUEGOS - TRUCO O CASUALIDADDonde viven las historias. Descúbrelo ahora