TEST PRE-TEMPORADA.
Circuito Internacional de Bahréin.
10:00 A.M.
Observo el traje de carreras que está colgado en los vestidores y siento un poco de nostalgia cuando recuerdo todas las veces que mi padre usó uno similar.
¿Cómo reaccionaría si supiera que su hija está compitiendo contra grandes pilotos? Recuerdo que solía estar orgulloso de mis competencias de Karting, pero, su sueño siempre fue que pisara la F1.
Ahora soy parte de la escudería DATTRAS y siempre me pongo de mal humor cuando llega el Test Pre-temporada porque tengo miedo de que el monoplaza tenga una falla.
—¿Aún no te preparas? Nunca pensé que te tomaría tanto tiempo ponerte el casco y fingir que eres yo —replica Xander, cuando se asoma por la puerta de los vestidores.
—Estaré lista en unos minutos —respondo en un resoplido.
—No tardes —ordena, antes de cerrar la puerta.
Siempre me deprimo cuando soy consciente de la realidad y a regañadientes, acepto mi situación: nunca seré reconocida en Fórmula 1, porque el contrato que Andrew me obligó a firmar hace tiempo no me convertiría en alguien importante, más bien, haría que su hijo cumpliera con ese papel.
Desde entonces, estoy obligada a fingir ser Xander Karmond en la pista, y para lograrlo, evito quitarme el casco hasta que llego a los vestidores para que nadie se de cuenta de mi verdadera identidad. Los miembros de nuestro team lo saben y siempre me ayudan a escapar de los reporteros cuando es necesario.
Mi deber es ganar la carrera y el de Xander es lidiar con la fama.
Por eso odio ponerme el casco; pues dejo de ser Lilith y finjo ser ese idiota. Los carteles de los fanáticos tienen su rostro, no el mío. Los medios de comunicación lo buscan a él, no a mí. A pesar de que el trabajo más importante lo hago yo, es imposible que algún día esta situación cambie.
Al salir de los vestidores, el ingeniero de carreras: Harris Brunn, se acerca para explicar los detalles del test.
—Este momento es crucial si quieres vencer a Krieger en El gran Premio del siguiente fin de semana. Necesitas adaptarte al circuito y si te percatas de que hay una falla en el auto, házmelo saber de inmediato. Aún hay tiempo para hacer ajustes —dice con seguridad—. Yo estaré analizando todo de principio a fin para registrar tu rendimiento en...
Nuestra conversación es interrumpida por el sonido intenso de un motor que es imposible pasar por alto.
Debido a que cada piloto tiene un tiempo establecido para el test, me da curiosidad saber quién ha sido el primero en probar su monoplaza.
—¿Quién es? —cuestiono.
—Krieger.
—¿Lo viste?
—Así es y su forma de conducir sigue siendo brutal. Si quieres vencerlo, vas a necesitar mucho más que suerte.
Suelto una risita.
—Lo dices como si fuera invencible.
—Está en su mejor momento, y, si me lo preguntas, no creo que sea buena idea enfrentarse a él siendo un novato; acabas de iniciar en F1 hace dos años y no creo que sea el momento adecuado para...
—Me han preparado para Fórmula 1 desde que era niña —interrumpo—. Soy tan capaz como cualquiera de los pilotos que están aquí.
—Ven. —Me lleva a un sitio diferente para que los mecánicos no escuchen—. Trabajé con él cuando cumplió once años, y en ese entonces, ya tenía el instinto asesino que caracteriza a los pilotos más dominantes. ¿Por qué crees que su padre y su abuelo fueron campeones del mundo? La mentalidad de los Krieger es abrumadora.
—Se te olvida, querido Harris, que mi padre también fue campeón del mundo una vez y me aconsejó muy bien sobre cómo acorralar a un tipo con aires de grandeza. Y, si no me equivoco, la única forma de ganarle es concentrarnos en la mejora del monoplaza y no en chismes innecesarios.
Harris suelta un suspiro.
—No lo dije con intención de hacerte sentir... incómoda, es solo que Krieger es despiadado cuando alguien es una amenaza y... tengo un poco de miedo.
—No me va a pasar nada —aseguro—. Tengo una buena estrategia.
Anoche me la pasé descargando videos de todas las carreras que ha tenido Krieger en los últimos años. Analicé sus estrategias e hice observaciones acerca de su mentalidad, pues cuando entras al circuito, es lo más importante para obtener un lugar en el podio.
Obtuve mucha información y ahora tengo una idea clara del tipo de piloto que es: letal y extremista. Lo suficiente como para hacerte sudar mucho en la pista.
Krieger sabe lo que hace. Él no va a "intentarlo". Él va a obtener el primer lugar y siempre está seguro de que ya es suyo.
En ese momento, pude percibir el instinto asesino que todo patrocinador busca en sus pilotos cuando necesita saber que su dinero no se perderá.
Me sorprende su comportamiento antes de una carrera: demasiado perfecto. Demasiado tranquilo. Es como si no le afectara la ansiedad y la presión del momento.
Es tal y como mencionó Harris: un hombre comprometido y brutalmente frío.
—Simplemente creo que no puedes vencerlo —suelta Harris con tristeza—. Y me preocupa que tengas un accidente fatal.
—Entonces no me queda más remedio que hacerlo.
—Pero...
—Para que la gente te crea... —Me pongo el casco y lo acomodo—, debes dar excelentes resultados, ¿no? Es lo que pienso hacer. De esa forma, te darás cuenta que Johan Krieger no es el único que puede dominar ese circuito como un experto.
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EL GRAN CIRCO/Finalizado
RomanceKrieger es el piloto más dominante de Fórmula 1. Es conocido por ser despiadado y letal al conducir; razón por la que ha sido 5 veces campeón del mundo. Pero su reinado se verá amenazado con la llegada de un misterioso piloto que al parecer, es el ú...