Extra 3

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JOHAN KRIEGER.

Cuando despierto y veo a Lilith a mi lado con el cuerpo lleno de marcas rojas, mi cerebro rememora las escenas de la noche anterior y no puedo evitar sentirme avergonzado y muy orgulloso por todo. 

Sin embargo, a diferencia de otras veces, hoy me siento muy diferente. 

Estoy de mejor humor y siento algo muy…. Agradable en mi pecho. Además, la emoción me invade por completo cuando pienso en tenerla a mi lado para siempre. 

Me refiero a… Despertar todos los días de esta forma. Aunque quizás sea demasiado difícil para ella.

De pronto, una palabra apareció en mi mente: «Matrimonio» 

Solía ser algo impensable para mí porque siempre estuve enfocado en mis campeonatos.  Además, nunca tuve un gran ejemplo de un buen matrimonio, ya que mi padre siempre le fue infiel a mi madre y todos los hombres de mi familia eran una mierda con sus compañeras de vida, que además de eso, les habían dado el privilegio de tener un hijo.

Miré a Lilith y sonreí como un tonto cuando pensé en matrimonio.

¿Por qué me estaba comportando como un maldito niño de secundaria que acaba de descubrir a su primer amor? Es ridículo. Ya soy un adulto y aún me emociono por estas cosas. 

Aunque tiene sentido, porque siempre intenté evadir los compromisos, ya que sabía que enamorarse implicaba una gran responsabilidad, y aunque de vez en cuando salía con alguna mujer solo para matar el aburrimiento, jamás sentí algo real por ellas, ni ellas por mí. 

Solo les interesaba la persona en la que me convertía cuando entraba al Paddock y la prensa se volvía loca. Jamás me molestó esa situación porque yo tampoco era sincero con ellas, así que estábamos a mano. 

Sólo era diversión…

Hasta que llegó Lilith. 

Podría describir su llegada como algo lleno de brillos y colores pastel, pero fue todo lo contrario: ella era un huracán que estaba a punto de destruir mi dominio en Fórmula 1. Y lo hizo; llegó para quitarme la mayor parte de las victorias, se burló de mí en repetidas ocasiones y nunca retrocedió incluso cuando nos enfrentamos a muerte durante nuestra primera temporada como rivales. 

¿Cómo pude enamorarme perdidamente de alguien con quién al principio no me llevaba bien?

No lo sé.

En aquel entonces me sentía tan emocionado por enfrentarme a ella que había noches en las que no podía dormir, pues sólo pensaba en volver a verla y demostrarle que una novata no iba a quitarme la corona. Pero esos pensamientos se volvieron aún más íntimos y había ocasiones en las que la imaginaba haciendo… Algunas cosas. 

Fue la primera vez que alguien pasó dentro de mi mente más tiempo del que debería, y no solo eso, cuando estábamos en el Paddock la buscaba con la mirada para poder admirarla por unos segundos. Su belleza era hechizante, y su talento, innegable. 

Ella me intrigaba demasiado porque incluso si tenía miedo, trataba de no demostrarlo, y no solo eso, también era muy fuerte, pues aún después de la muerte de su hermana y todos los problemas por los que pasó, mantenía ese espíritu salvaje que la hacía tan especial.

Ahora que paso los días despertando a su lado, ya no quiero regresar a mi antigua rutina llena de soledad y motivación tóxica. Quiero tenerla cerca para siempre, y ese deseo, eventualmente, se ha convertido en pensamientos sobre el matrimonio. 

EL GRAN CIRCO/FinalizadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora