JOHAN KRIEGER.
Después de ganar su quinto campeonato mundial, Lilith decidió tomar un descanso de un año y medio para enfocarse en un pequeño y adorable asunto que necesitaba de todo su tiempo.
Naturalmente, la prensa estaba muy sorprendida por la repentina decisión de mi esposa, pero yo me aseguré de que ningún paparazzi la molestara durante su descanso.
Di una entrevista para saciar su curiosidad, pero no fue suficiente porque no revelé nada significativo. Simplemente todos estaban ansiosos por saber las razones que orillaron a la mejor piloto de la parrilla a tomar un descanso durante el mejor momento de su carrera. Sería algo temporal, pero los medios no dejaron de presionar y tuve que contratar seguridad para evitar accidentes mientras estoy trabajando.
La luz intensa de mi laptop comienza a afectar mi vista, así que la cierro y comienzo a guardar mis cosas en mi portafolio para terminar con mi jornada laboral. La gran vista que tengo desde mi oficina me relaja al finalizar un día lleno de estrés y responsabilidades, por lo tanto, cuando llego a mi auto estoy de mejor humor.
A mitad del camino me detengo en un McDonald’s para comprar la hamburguesa favorita de Lilith con papas extra y un gran vaso de Coca-Cola. Se supone que no puede comer mal, pero quiero consentirla de vez en cuando porque está haciendo un trabajo muy difícil en casa y debe relajarse de vez en cuando.
Después de que me dan mi auto, continúo con mi camino y media hora después, me encuentro aparcando el auto en el garaje.
Al bajar, me arreglo la corbata y entro a nuestro hogar con una gran sonrisa. Todas las luces están encendidas y una canción de fondo alegra mi corazón. Si no me equivoco, es L’amore dice Ciao de Armando Trovajoli. Últimamente Lilith está muy obsesionada con canciones calmadas mientras tiene en sus brazos a…
—¡Llegaste! —exclama con una gran sonrisa y corre a abrazarme.
La tomo de la cintura con firmeza para levantarla. Ella rodea mi cintura con sus piernas y finalmente me da un beso.
—¿Cómo te fue? —inquirió.
—No es lo mismo sin mi piloto estrella.
—Pronto me tendrás de vuelta —dijo con un tono divertido.
—Estoy ansioso por volver a trabajar juntos. —Le di un último beso y luego vi por encima de su hombro un peluche de Snoopy tirado a mitad del pasillo—. ¿En dónde está?
Ella sonrió aún más.
—En su cuarto de juegos.
Dejé mi maletín en el sofá y ambos nos dirigimos hacia el lugar antes mencionado. La emoción estaba en todo mi cuerpo y cuando me asomé por la puerta de la habitación, sonreí al ver a una bebé acostada en una cuna rosa, y a su alrededor, una gran cantidad de peluches.
Movía sus manos y pies con mucha energía mientras observaba los juguetes que colgaban e intentaba alcanzarlos. Los sonidos típicos de un bebé hechizaron mi corazón por completo y no pude evitar cargarla entre mis brazos y besar sus mejillas regordetas y rosadas.
Ella me mira con mucho interés y puedo ver mi reflejo a través de sus grandes ojos grises que contrastan a la perfección con unas largas y onduladas pestañas. Una de sus manitas toca mi rostro y luego recarga su cabeza en mi pecho.
—Es tan pequeña —digo en voz baja.
—Pues claro, apenas tiene siete meses.
—Cuando crezca, será preciosa y tendré que asegurarme que ningún imbécil intente enamorarla tan fácilmente.
ESTÁS LEYENDO
EL GRAN CIRCO/Finalizado
RomanceKrieger es el piloto más dominante de Fórmula 1. Es conocido por ser despiadado y letal al conducir; razón por la que ha sido 5 veces campeón del mundo. Pero su reinado se verá amenazado con la llegada de un misterioso piloto que al parecer, es el ú...