Capitulo 14

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Capítulo 14

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Capítulo 14

Zoe -presente

Siento los quejidos en el living cuando comienzo a abrir mis ojos y sonrió recordando las escenas de ayer en la fiesta, si bien antes me dejaba pisotear por ella ignorando todas las cosas que me decía en mi adolescencia. Ahora era diferente.

Camino por un pequeño pasillo del departamento encontrándome con Antoni sosteniendo su cabeza en el sofá, tomo un vaso de agua para aliviar mi garganta seca y mi amigo llama nuevamente mi atención.

–Dime que no hice algo de lo que pueda arrepentirme –dice llegando a mi lado en la barra de la cocina.

–No, nada fuera de lo común –me encojo de hombros–. ¡Ah sí! lo recordé, aceptaste el aventón que nos ofreció mi ex para regresar a casa.

–Si hice eso es porque verdaderamente lo necesitábamos –admite–. No puedo imaginar a tu padre molesto nuevamente.

–Claro –digo mientras golpeo su cabeza– podríamos haber pedido un taxi.

–¿Qué tan malo fue? –pregunta y niego volteando los ojos– ¿entonces cuál es el problema?

–El problema es que comenzamos a hablar –respondo– pero él quiere hablar de lo que sucedió hace años y sinceramente yo no puedo hacerlo.

–Tal vez eso sea bueno Zoe, muchas veces hablarlo hace bien para quitar el dolor que cargas.

–No es dolor —me levanto y camino por la cocina— a esta altura es desconfianza.

–¿De él?

–De mi, no sé muy bien que siento, estoy molesta pero creo que tengo que darle una oportunidad –confieso deslizándome contra la pared hasta el piso sin dejar de ver la salida de la cocina– tal vez necesito dar un salto de fe.

–Zoe, ¿aún estás ebria?  –se pone de cuclillas frente a mí y toma mi rostro para examinarlo– no pareces ebria.

–Creo que aún lo estoy, –suspiro levantándome sin dudar– así que es ahora o nunca.

No doy espacio para que responda cuando salgo disparada a la entrada, tomo el abrigo que estaba junto a la puerta y mis llaves antes de salir, bajo a la calle y el chofer ya me estaba esperando, le indico la dirección de la casa de Klaus y nos dirigimos rápidamente ahí.

En cuanto nos estacionamos frente a aquella casa en la que dejé recuerdos hace tantos años, el chofer abre mi puerta haciendo que afronte la estúpida decisión que tomé.

Doy un gran respiro antes de bajar del auto con el corazón amenazando con salir de mi pecho, me acerco a la puerta y en cuanto estoy por tocar se abre dejando ver a una mujer de cabello oscuro y ojos azules iguales a los de su hijo.

Amor Sobre HieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora