Capítulo 18
Zoe
En cuanto terminamos de desayunar mamá me obligó a regresar a la cama, si bien habían lidiado con las crisis de mi hermana no sabían cómo lidiar con las mías y me trataban con extremo cuidado, no la culpo y agradezco que me tenga aquí con ella y que me cuide tanto como lo hace, pero necesito a papá.
El día que fue a por mi al parque donde Klaus terminó conmigo me hizo ver lo valiosa que soy, de camino a casa me llevó por comida y nos sentamos en el auto por un par de horas, no me preguntó nada respecto a lo que había pasado, le conté a detalle en cuanto estuve lista para sacar la tristeza que me inundaba. Estábamos a unas calles de la casa cuando le dije lo herida que me sentía, recuerdo haberle dicho que la presión por no avanzar en lo que amaba, por sentir que mis sueños se estaban estancando por decidir quedarme; afortunadamente no era tarde.
Esa noche mi papá compró los boletos de avión para hacer el viaje al otro día, le dije que estaba asustada por irme sola así que dejó su vida a un lado para acompañarme, ese día supe que no merecía menos y que jamás volvería a aceptar sentir un amor a medias.
–En este momento no sé si amarla u odiarla, a nuestra madre –Val aparece por mi puerta– hay muchas cosas que debo de contarte pero lo importante es lo que sucede cuando nuestro padre llegó.
–¿Discutieron? –pregunto.
–No solo han discutido, ellos se divorciaron sin decirnos nada –suspira– ahora cómo serán las cosas, si bien yo con papá no tengo una buena comunicación, quiero arreglar eso. Pero con él lejos o viviendo en otra casa dudo que se pueda.
Auch eso duele, si tan solo le contara todo lo que sucedió antes de venir de Canadá, si tan solo le dijera los secretos que nuestros padres llevan guardando desde hace años, ella quedaría destruida.
Sé que no me corresponde, pero no puedo mentirle.
–Recién está llegando –aseguro– solo dale tiempo y ve despacio ¿si? no queremos que te haga sentir mal.
–Solo quiero que él se sienta orgulloso de mí –susurra– quiero que me mire con el orgullo que siempre te mira a ti, Zoe.
El nudo en mi estomago se hizo más grande tras esa confección, pero los minutos pasaban y de mi no salía ni una sola palabra. No podía imaginar el dolor que ella cargaba.
Un segundo antes de que pudiera hablar, Antoni cruzó la puerta con un bolso en sus manos sonriendo a ambas.
–Tienen permiso para salir las chicas –anuncia– pero debemos apurarnos antes que su madre se arrepienta e Irina nos regañe por llegar tarde.
En cuanto salimos de la casa no encontramos al auto con el chofer, en su lugar vimos mi auto llegar siendo manejado por papá.
–Trajiste mi auto –grito en cuanto baja del auto– eres el mejor.
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Amor Sobre Hielo
Novela JuvenilZoe y Klaus tienen un pasado del cual ambos se arrepienten, él por dejarla ir de la forma en la que lo hizo, ella por permitirse amarlo por sobre todos, incluso sobre sus propios sueños. Él le escondió un secreto por años que teme revelar, ella le g...