Capitulo 12

40 5 4
                                    

Zoe -presente

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Zoe -presente

Los días habían pasado y aún nos estábamos adaptando a esta nueva ciudad, si bien habíamos salido a recorrer las calles de Madrid donde mi mejor amigo quedaba maravillado con los paisajes de mi ciudad; no podía mentir, extrañé muchas veces recorrer aquellas calles pero aún estaba el resentimiento de mis recuerdos con él.

Antoni toma mi mano cuando vemos a los periodistas escondidos entre los arbustos, actuábamos de una forma cariñosa cuando los flashes se hacen presente, sonrío cuando el espectáculo se vuelve aún más intenso cuando toma mis mejillas y me da un pequeño beso que apenas rozan mis labios.

–Listo se han marchado –asegura mi amigo– creo que comenzaré a cobrarle a cada paparazzi por una foto en donde tenga que besarte.

–Por que no se nos ocurrió antes –admito riendo– ya seríamos millonarios.

–Tal vez por que pasamos más tiempo entrenando que concentrados en nuestra vida amorosa.

Miro a mi alrededor y reconozco el parque donde nos hemos adentrado.

—¿Podemos irnos? –preguntó y mi amigo se queda mirándome.

–¿Por qué ese cambio tan repentino?

–No tengo buenos recuerdos aquí –admito– este fue donde todo pasó.

–Entiendo –asiente– pero eso es parte de la antigua Zoé que conocí apenas llegué a Canadá, ahora eres una mujer que no se deja pisotear por cualquier hombre.

Sonrió esperando que siga hablando.

–Y no por un hombre vas a discutir con tu hermana menor –afirma sonriente– por lo que en este mismo momento nos iremos donde tú madre para que arregles las cosas con mi futura esposa.

–Estas muy mal si crees que.

Más me tardé en hablar que en lo que Antoni me había tomado en brazos para llevarme al auto.

–Sabía que ibas a decir que no –comienza mientras pataleo en el aire y me pasa sobre su hombro– pero olvidas que eres más ligera que una pluma.

–No soy ligera –digo aun pataleando– tú te matas entrenando que es diferente.

–Silencio bombón.

–Antoni –grito al sentir una palmada en mi trasero.

–Los paparazzi estarían encantados de ver esta escena, lástima que se fueron.

Llegamos al auto donde nos estaba esperando el chofer, nuestros autos aun no llegan así que seguimos necesitando de ellos. En cuanto ambos estamos dentro, mi amigo da las instrucciones para llevarnos a casa de mis padres contra todos mis deseos.

En cuanto llegamos mi amigo fue el primero en bajarse abriendo la puerta para mi.

–Anda Zoe, no seas terca –dijo en cuanto me negué a bajar.

Amor Sobre HieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora