Zoe y Klaus tienen un pasado del cual ambos se arrepienten, él por dejarla ir de la forma en la que lo hizo, ella por permitirse amarlo por sobre todos, incluso sobre sus propios sueños.
Él le escondió un secreto por años que teme revelar, ella le g...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Capítulo 21
Klaus
Los días pasaron y el volver a verla diario parecía un sueño, tuve una reunión con el equipo que si bien originalmente era para hablar de las estrategias de la temporada terminó siendo una reunión para un plan de reconquista.
–Silencio todos –dice Malcom fastidiado– no sean unas bestias para hablar.
–Yo digo que solo te la tires y retomen su relación –habla Josh ganándose un buen golpe de parte de Malcom.
–A eso me refiero con que no sean unos bestias.
–No entendemos de chicas, tío –se levanta Victor tomando más bocadillos– lo que sabemos es por ti.
–Victor tiene razón –afirma Ryan– Klaus es el único que ha mantenido una relación viva.
–O medio viva –agrega Josh.
–Al que acudimos es a ti, nosotros solo sabemos de hockey.
–Pues tú no sabes tanto Barry –molesta Malcom– eres el portero.
–El punto es que no podemos ayudarte, hermano.
Me siento en el sillón frustrado por no saber qué hacer en el campamento, si bien había logrado convencer a los tres entrenadores de unirnos para convivir, no tenia idea de que hacer al llegar.
El silencio se hace eterno cuando mis compañeros solo se dedican a mirarme por un tiempo indeterminado hasta que Josh es quien grita llamando la atención de todos.
–¡He tenido una idea fantástica! –se levanta de su asiento– lo sé, sé que soy el mejor.
–Aún no nos dices la idea, nosotros vamos a determinar eso –Malcom sonríe.
–Que tal si compartes la cabaña con ella –aclara acomodándose el cabello– así tú tienes que lidiar con ella el fin de semana y puede follarla si ella te deja.
–Klaus no sé la folla –Barry ríe– él le hace el amor.
Dice sarcásticamente haciendo reír a todo el equipo.
–Idiotas –pronuncio rodando los ojos.
Pero la idea estaba fantástica, así podría tenerla cerca todo el fin de semana y también podríamos conversar todo lo que hemos pasado estos años separados del otro.
–Pero justo ahora eres el idiota más inteligente –señalo a Josh.
–Deberías intentar algo también Malcom –señala Barry.
–Val sigue siendo una niña –se sienta, ahora también frustrado– no quiero que pase nada con ella hasta que viva un poco más.
–Pues ya va a cumplir diecisiete –habla Victor– ¿Creen que nos invite a la fiesta?
