Capitulo 17

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Capítulo 17

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Capítulo 17

Klaus

El sol se filtraba a través de las cortinas, despertándome en una habitación que no era la mía. Recordé rápidamente que estaba en la casa de Zoe después de una noche complicada. Con cuidado, me levanté, intentando no perturbar el sueño de nadie.

Nos quedamos dormidos tras terminar la quinta película de la noche, la casa estaba en silencio, y decidí dirigirme al balcón de su habitación, donde Antonio ya estaba sentado, disfrutando de la mañana.

–Buenos días, Klaus –dijo sonriendo– ¿dormiste bien junto a mi amiga?

Fruncí el ceño caminando hasta él.

–No estoy seguro, anoche fue un lío.

–Escuché algo de la discusión, ¿quieres hablar al respecto?

Me senté junto a él, observando el paisaje matutino frente a nosotros, extrañado por la repentina confianza que tenía para preguntarme eso.

–¿No se supone que deberías estar feliz de que no le importe a Zoe?

–¿Yo? –pregunta divertido– la rubia en esa cama es mi mejor amiga, no soy tonto, sé que es preciosa y cualquiera se moriría por besar el suelo por el que pasa y amanecer con ella en sus brazos, pero yo sé que su corazón nunca salió de aquí.

Sé muy bien que cualquiera querría tener la oportunidad de estar con Zoe, cuando estábamos juntos más de uno intentó acercarse a ella, pero mí Zoe siempre les dejó claro que eso no iba a suceder.

–No sé qué hacer –decidí confiar en él, al parecer ahora es quien más la conoce– siento que todo se está desmoronando.

–Las relaciones son complicadas, –dice acomodándose en el balcón– especialmente cuando hay secretos de por medio. Pero eso no significa que no lo puedan arreglar.

Suspiré, sintiendo un nudo en el estómago.

–No sé por dónde empezar, Zoe está herida, y no sé cómo puedo solucionarlo.

Antonio se levantó apoyándose en el balcón.

–Primero, necesitas darle tiempo, las heridas del corazón no sanan de la noche a la mañana. Pero también debes ser honesto con ella. Sin mentiras.

Asentí, tratando de comprender lo que decía mientras se da la vuelta para volver a verme.

–No quiero perderla, pero siento que ya es demasiado tarde.

–Nunca es tarde para intentar arreglar las cosas, debes mostrarle que estás dispuesto a cambiar, a ser transparente con ella.

Asentí nuevamente, ignorando su mirada viendo la ciudad frente a nosotros.

Amor Sobre HieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora