Zoe y Klaus tienen un pasado del cual ambos se arrepienten, él por dejarla ir de la forma en la que lo hizo, ella por permitirse amarlo por sobre todos, incluso sobre sus propios sueños.
Él le escondió un secreto por años que teme revelar, ella le g...
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Capítulo 15
Klaus
Mi madre queda mirándome desde el marco de la puerta que daba a nuestra cocina sin decir ni una palabra, podía sentir su mirada de lástima a mi espalda mientras suspiraba una y otra vez con mi manos sobre mi cabeza.
Miedo, ese era el sentimiento que tenía en este momento debido a todo lo que podría salir a la luz, miedo de decirle que su padre era el causante de nuestra separación y de que estuviéramos en esta situación en este momento. Siento como mi madre toma su teléfono que no deja de sonar a causa de los mensajes que llegan una y otra vez hasta que una llamada los remplaza.
Ella contesta pero mis pensamientos no me dejaban escuchar nada de lo que ella estaba indicando, siento como se acerca para arrodillarse frente a mi y quitarme las manos de mi rostro.
–Necesito que en este momento estés atento a lo que diré –limpia mis lágrimas y habla con la calma que le falta a su mirada– iré a casa de Serena, algo ha pasado con una de sus hijas.
–¿Con una de sus hijas?
–Su desesperación no la dejó explicar a cuál de las dos –medio sonríe– si quieres venir necesito que dejes tu mente en blanco por un momento y seas capaz de entender lo que sucede a tu alrededor, ¿está bien cariño?
Asiento y ella toma mi mano para poder ir hacia su auto. Mi madre arranca el auto en donde ambos nos sumimos en el tormentoso silencio en donde los cortos minutos de trayecto hacia la casa de Serena se hacen eternos.
Ambos bajamos del automóvil para golpear la puerta de entrada, y quien nos abre es Val, tiene sus ojos rojos y una expresión de terror en ellos.
–Ella no... –susurra para lanzarse a mis brazos.
–¿Dónde están? –pregunta mamá.
–En su antigua habitación.
Mi madre entra y va escaleras arriba, voy con Valentina hacia la sala donde puedo ver a Malcom y a Antoni sentados en el sofá. El pelinegro me queda mirando por unos minutos y niega con la cabeza.
–¿Qué sucedió?-- pregunto cauteloso.
–Estábamos preparando la cena cuando escuchamos golpes desesperados en la puerta –Val me explica– mamá fue a abrir y Zoé cayó en sus brazos.
–Alguna enfermedad, aún no lo sabemos por eso Serena llamó a tu madre —Malcom suspira— Antonio llegó hace unos minutos.
–¿Hay algo que tú sepas y nos quieras contar? –preguntó al pelinegro que según entiendo no se despegó de Zoé en ningún momento.
–Esa pregunta debería hacértela yo ¿no crees? –me mira con enojo desde un sillón– ella fue a tu casa.
–¿Zoe estaba contigo? –Val tapa su boca sorprendida.
