18. El Invitado.

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Paige Harrison tomó el avión a Atlanta el viernes por la tarde y al día siguiente Leah decidió llevarle unos pasteles de desayuno al sensei Kreese, apenas una hora antes de iniciar el entrenamiento con los demás.

-Para que desayune algo más que una taza de café -le dijo Leah y el adulto rió-.

-Gracias, Harrison.

La chica comenzó su calentamiento y pronto comenzó a entrenar. Llevaba unos días practicando unas patadas altas, así que en eso se entretuvo hasta que se escuchó un ruido en la sala del fondo.

-¿Hay alguien, sensei? -preguntó Leah con extrañeza-.

-Sólo es un... Invitado -dijo Kreese con una sonrisa de lado-, pero debe haber despertado recién, ¿te importa si le dejo uno de los pasteles?

-No, para nada -dijo la chica con sencillez y continuó practicando-.

Cuando faltaban unos minutos para el horario oficial, Leah se fue al baño para asearse un poco y cambiarse su ropa de gimnasia por su gi, pero al volver al dojo vio a un muchacho junto al sensei.

-Harrison -llamó el adulto a la chica y el muchacho también se volteó hacia ella-.

El rostro de Leah se deformó en uno de profunda rabia, mientras se acercaba desafiantemente hacia Robby Keene, que no supo reconocer antes porque ahora llevaba el cabello corto.

-¿Qué hace él aquí? -preguntó al llegar-.

-Tranquila -dijo Kreese poniendo una mano en el hombro de Leah-. El señor Keene es nuestro invitado.

-¿Nuestro? -preguntó incrédula y confundida la chica-.

En ese momento aparecen los demás chicos por la puerta y Halcón reacciona igual de alterado que Leah al ver a Robby. Es entonces cuando Kreese llama a Harrison y a Moskowitz a su oficina y le pide a Nichols que empiece el calentamiento con el resto.

-No es uno de nosotros -dijo Halcón-.

-Con el All Valley otra vez en marcha, necesitamos toda la fuerza posible -respondió el sensei, sentándose en una mesa con una taza de café-.

-¡No lo necesitamos! -exclamó el chico-. Puso a Miguel en el hospital. Es el enemigo.

-¿Saben? Cuando estaba en el extranjero, era difícil saber quién era el enemigo. Un local indefenso, en un minuto, te pondría un cuchillo en la garganta pero, ¿saben qué aprendí?

-¿Qué? -preguntó Leah intrigada-.

-El enemigo de tu enemigo es tu amigo.

Halcón permaneció en silencio pensando en las palabras del sensei, mientras que Leah suspiró con frustración y desvió la mirada, sin poder creerse lo que escuchaba.

THE CHAMP [Cobra Kai]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora