37. Reencuentro.

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La primera parada fue en una tienda para provisiones, pues a Johnny, Robby y Leah aún les quedaban algunos kilómetros, aunque ya habían llegado a la ciudad.

Leah se cambió de ropa y se aseó hasta donde pudo en el pequeño baño del local antes de salir y reencontrarse con sus acompañantes viajeros.

-¿Nos vamos? -dijo acercándose con una sonrisa que se desvaneció-. ¿Dónde está el auto?

-Una grúa se lo llevó -respondió Robby-.

-Iré a preguntar a dónde los llevan -agregó Johnny-.

Dejó a los chicos para volver a entrar a la tienda y Robby le explicó a Leah que había llegado un hombre hablando español y señalando la camioneta.

-Tal vez se estacionó en un lugar que no era apto -respondió Leah-.

Johnny llegó con información sobre el lugar, así que lo buscaron en el mapa y tomaron transporte público para llegar hasta el centro de la ciudad. Los chicos esperaron a Johnny afuera y luego salió diciendo que necesitarían 4000 pesos.

-Son como un millón de dólares.

-En realidad son 200 -respondió Leah-.

-Tenemos la mitad -agregó Robby-.

-No hallaremos a Miguel sin la camioneta -dijo Johnny con desánimo-.

La algarabía de un grupo de personas llamó la atención de los tres, notando que estaban haciendo apuestas en una mesa del boulevard para comer chiles picantes.

-Es un savina rojo, esa cosa te hará un agujero -dijo Robby, a lo que Johnny y Leah lo miraron-. Mamá y yo vemos "los más picantes".

-Es la oportunidad de retomar el camino -dijo su padre-. Si vez que me estoy ahogando, tápame la boca para que no lo escupa.

Leah alzó las cejas.

-Espera -lo detuvo Robby-. Yo lo haré.

-¿Qué?

-No, Robby, yo te metí en esto. A ambos -miró a Leah-.

-Tú lo dijiste. Es nuestra oportunidad, y sé que puedo ganar.

-¿Estás seguro? -volvió a preguntar Leah con duda, pero Robby le sonrió con astucia-.

-¿Alguna vez te he dado razones para dudar?

Leah rió negando con la cabeza y Robby caminó hasta la muchedumbre, dejando un billete sobre la mesa y tomando asiento.

Robby y su oponente se miraron desafiantes y comenzaron a comer los chiles de un frasco, hasta que todos se habían acabado.

THE CHAMP [Cobra Kai]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora