Todos tenemos una historia, somos lo que hicimos y lo que hacemos.
Hoy como todos los días tienes una elección; puedes seguir por el camino de siempre gastando tu tiempo como sueles hacerlo o puedes ser heroica y tomar un camino épico.
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Las amigas se encontraban en el departamento viendo unas películas por la noche como era su costumbre cada vez que Olivia no tenía guardia en el hospital al siguiente día
—¿Cómo vas con Erwin? – preguntó Euphemia sin dejar de mirar la televisión
—Bien, esta muy apenado por lo de su abuela todavía – contestó
—No es su culpa se lo hubieras dicho, creo que a los dos se nos salió de control el fingir eso también
—Aún así – se encogió de hombros
El timbre del departamento sonó
—¿Esperas a alguien?
Olivia negó aunque mentía
—Abre tú, sea quién sea le va a gustar ver tu linda carita amable
—Bien – rodó los ojos levantándose —.¡Mike!
Euphemia abrió los ojos, ¿Qué hacía él aquí? Pero sobre todo se levantó porque traía consigo una pijama de seda con algo de encaje, constaba de una blusa de tirantes que cuando se alzaba podría verse su abdomen y un short que aunque fuera talla grande parecía diminuto por culpa de cubrir su gran trasero
—Pasen adelante
No sabía que hacer si se levantaba para cambiarse tenía que pasar por aquél pasillo y la verían, así que sólo optó por encojer sus piernas en el sofá tipo yoga, poner una almohada sobre ellas y abrazar otra
—Mira quién nos vino a acompañar está noche Euphi
Abrió pasó para que sus ojos se posaran en Erwin y Mike, el más alto traía en una mano una caja de pizza y en la otra vino mientras que el más bajo traía un ramo de flores y una caja de chocolates
—Chicos que sorpresa – estaba nerviosa
—Olivia nos invitó – dijo Erwin amable
—Olivia ¿por qué no me dijiste que vendrían? – dijo entre dientes —. Hubiéramos preparado algo – fingió una sonrisa
Su amiga la veía con diversión al saber el porque de su nerviosismo
—La verdad es que le pedí que fuera sorpresa, me siento terrible por lo que paso y te quería pedir una disculpa – dijo Erwin apenado —. Olivia me dijo que te gustan estos chocolates, es una ofrenda de paz – bromeó
—No tenías por qué – dijo aún en una sonrisa
Erwin la miraba confundido al ver qué Effie no se levantó a tomar su obsequio
—Oh perdón Erwin – dijo Oli tomando la caja —. Es que Euphemia tiene una pijama que la hace ver sumamente sexi y no quiere que le vean su enorme trasero
