Todos tenemos una historia, somos lo que hicimos y lo que hacemos.
Hoy como todos los días tienes una elección; puedes seguir por el camino de siempre gastando tu tiempo como sueles hacerlo o puedes ser heroica y tomar un camino épico.
+21
Leer bajo...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Erwin se estaba comportando algo extraño, cada vez evadia a Mike lo más que podía y cuando hablaban no lo miraba a los ojos
Al igual pasaba con Euphemia, su intimidad se había reducido a casi nada, ella siempre se excusaba que estaba cansada o que simplemente no tenía ganas
Todo era extraño para él, pero algo que encendió sus alarmas eran las miradas coquetas que se daban cuando fueron a cenar en una cita doble y como si eso no fuera poco, la insistencia de follar los cuatro juntos era cada vez más
El rubio estaba en su oficina, miraba a su amigo mientras pensaba en lo que últimamente estaba pasando, se levantó y fue hacia su oficina
—Erwin
El ojiazul se sobresalto y se acomodó su corbata
—Dime amigo – trató de hacer contacto visual pero la culpa lo hizo desviar la mirada
—Me iré dos días, un tema con un cliente de Oregón
—¿Enserio? – trataba de no sonar entusiasmado —. ¿Cuando te vas?
—Mañana
—Vete tranquilo, yo cuidaré de tus hijos y de tu esposa
Sintió una punzada en su corazón, lo que pasaba por su cabeza le dolía pero no lo creía posible, no de ellos
Al día siguiente, se encontraba preparando sus maletas, estaba algo decaído, se sentía un poco mal por desconfiar y por mentir, pero lo creía necesario para quitarse la duda
—Ya me voy amor
Effie estaba leyendo en la sala, ni siquiera lo volteó a ver solo musitó un "mjum"
—Amor... – suspiró y se acunclillo a su lado —. ¿Por qué estás molesta conmigo?
La bicolor comenzó a agitarse, la culpa le carcomia pero no podía detenerse y ver a su esposo buscándola desesperadamente la hacía sentir como el ser más despreciable del mundo
—Perdón mi amor, he estado algo estresada, con los niños y el colegio, se me está haciendo un poco pesado – mintió
Dejó a un lado su libro y acarició el rostro de su esposo
—Te amo y ten un buen viaje – lo besó con ternura
El rubio dudo en lo que estaba por hacer, se sentía terrible por desconfiar en esos ojos que lo veían con tanto amor, aún así, dió un suspiro largo y se marchó
Algo estaba pasando y quería averiguarlo
No le importaba lo paranoico que se veía, su instinto le indicaba que había algo mal, tomó un taxi y fue a una concesionaria para rentar un auto, no podía utilizar el suyo al ser reconocible y necesitaba pasar por desapercibido
