Todos tenemos una historia, somos lo que hicimos y lo que hacemos.
Hoy como todos los días tienes una elección; puedes seguir por el camino de siempre gastando tu tiempo como sueles hacerlo o puedes ser heroica y tomar un camino épico.
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Una de las secuelas a largo plazo de su accidente automovilístico había surtido efecto, Euphemia poco a poco empezó a olvidarse de todo y todos
No hablaba de ello, pero tenía una obsesión interna, una que se aferraba a la idea de querer olvidar su infancia. Después de su juicio aquella etapa la había bloqueado de nuevo para seguir adelante, no quería pensar en lo que le había ocurrido y solo se quedó con lo bueno aunque fuera escaso. Decía que lo aceptaba, no obstante, muy en el fondo sabía que mentía, el rencor seguía latente, aún cuando tomo venganza esos recuerdos le seguían pesando
La noticia fue devastadora, sin embargo, tenía a sus pilares que no la dejaron derrumbarse, Mike con paciencia y amor la cuidaba todos los días. No podía mentir, le dolía que hubiera días en el que no lo recordara o que lo confundiera con Apollo o Soter, a pesar de ello, siempre se mantuvo al lado de su compañera de vida
Por su avanzada edad, sus hijos decidieron internar a su madre en un hospital privado donde le daban toda la atención necesaria, todos los días iban a verla incluido sus nietos, le dejaban dibujos, aún si no los recordaba se sentía cómoda estar con ellos
Aquél día fue diferente y Mike lo sabía, caminaba por el pasillo en un paso lerdo, con su característico traje azul con corbata como su pañuelo rojo, sus zapatos cafes y entre sus manos pecosas aquellas flores amarillas que fueron parte de su vida, sus ojos se veían cansados los cuales siempre brillaban al verla, se sentó a su lado y acarició el cabello plateado de su amada esposa
La observaba, para él seguía siendo la mujer más hermosa del mundo y ella era su mundo
Comenzó a tararear una canción, una que siempre que la escuchaba pensaba en ella porque fue cuando le dio su primer beso en público y la que bailaron en su boda
Su corazón latió desbocado cuando Effie abrió los ojos chocando con los suyos, él le sonrió cálido y un destello apareció en sus pupilas cuando ella débilmente alzó su mano para acariciar su rostro
Mike disfrutaba de su tacto y entrelazó su mano para besarla repetidas veces
—Nuestros girasoles ya vienen a verte mi amor – su voz sonaba más ronca por el cansancio de la edad
A pesar de su vejez como de la enfermedad se podía notar la plenitud en ella
La vida es maravillosa, pero siempre tiene su final
—Siempre quise encontrar a alguien que se quedará a pesar de la frialdad de mi ser, a alguien que comprendiera mi locura, alguien que bailara con mis demonios, alguien que no le asustara mi rareza, siempre quise encontrar a alguien que me amará a pesar de todo
—Tu belleza nunca me asustó mi pequeño demonio
Euphemia sonrió débilmente
—Alguna vez leí que después de la muerte el cerebro vive por 7 minutos más para repetir sus mejores recuerdos – musitó Effie —. Tú serás mis siete minutos rubito
