Todos tenemos una historia, somos lo que hicimos y lo que hacemos.
Hoy como todos los días tienes una elección; puedes seguir por el camino de siempre gastando tu tiempo como sueles hacerlo o puedes ser heroica y tomar un camino épico.
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El viaje solo era una prueba de responsabilidad, días después de su regreso Euphemia se mudó a una casa incluso más grande que la de Olivia y Erwin, no lo hacía por lujo si no por la distancia entre una casa a otra además de hacerle algunas remodelaciones de acuerdo a sus necesidades
Había hecho una mini convivencia con todos los socios para festejar su nueva adquisición pero sobre todo para seguir fingiendo que todo estaba bien
—El patio es grande – dijo Olivia
—Si, es perfecto para sabueso – le sonrió mientras veía como Mike jugaba con él
—¿Por qué compraste una casa tan grande si estás sola? – preguntó Nanaba
Olivia rodó los ojos detrás de ella
—Solo no me gustan las cosas pequeñas – le respondió Euphemia con una sonrisa burlona ocultandola en un sorbo de su cerveza
—Mike y yo hemos hablado de mudarnos juntos a una casa así – mintió
Mike ni siquiera la quería llevar a su departamento mucho menos había hecho planes así
—Puedo enviarte el contacto de mi inmobiliaria, tienen buenos prospectos que podrían gustarles
Euphemia había aprendido tanto que el juego mental era su especialidad
—Claro – Nanaba fingió amabilidad
—¿Qué tal si vamos a un antro? – ánimo Gelgar ante las miradas asesinas que se daban
—Es buena idea – apoyó Erwin
—Nosotros pasamos, tenemos algunas cosas que hacer – dijo Hange tomando la mano de Moblit
—Nos vemos mañana amigos – se despidió Moblit
—Entonces vamos
—Sabueso – llamó Effie haciendo que el perro y Mike la mirarán haciendo soltar las carcajadas de los demás excepto de Nanaba
—¿Te llevarás a ese perro? – preguntó la rubia con asco
—Claro, es mi guardián – dijo acariciando a su fiel amigo
Había pasado días entrenandolo para avisarle cuando su nariz iba a sangrar, ya estaba acostumbrada al dolor de cabeza que cuando menos sentía ya estaba sangrando por su fosa nasal
No dijeron más, ya estaban en un bar en dónde conocían bien a Effie de tanto que lo frecuentaba, cuando tenía insomnio iba ahí para despejarse un rato y aunque trataba de irse a la cama en un encuentro casual nadie le parecía lo suficientemente interesante como para romper su racha virginal como Olivia lo llamaba
—Voy a la barra – le avisó a su amiga mientras asentía y seguía con la plática con los varones
