Todos tenemos una historia, somos lo que hicimos y lo que hacemos.
Hoy como todos los días tienes una elección; puedes seguir por el camino de siempre gastando tu tiempo como sueles hacerlo o puedes ser heroica y tomar un camino épico.
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Los niños habían crecido, cada quien venía con una sorpresa guardada que enorgullecia a sus padres o los hacían pasar corajes al ser tan parecidos a uno de ellos
—Cornell tiene un buen equipo de béisbol, deberíamos entrar ahí – comentó Soter
Pol y Johan se miraron entre sí, desde pequeños todo lo habían hecho juntos, incluso cediendo a jugar un deporte que no les gustaba en lo absoluto
—Otis, ya no quiero jugar más béisbol – se atrevió a decir su hermano
—Y yo tampoco amigo – Johan hizo una mueca
—¿Qué? Pero si toda nuestra vida se basa en el béisbol
—Lo sé, solo lo hacíamos para complacer a nuestros padres y a ti, ser beisbolista profesional siempre ha sido tu sueño más no el nuestro
Pol estaba siendo más directo, en eso los mellizos se habían caracterizado aunque Apollo tenía más temple
—¿Y que tienen pensando hacer? ¿Nos vamos a separar?
Si bien Otis demostraba una faceta ruda, era más suave de lo que se podrían imaginar
—Siempre quise ser artista, estoy pensando en ir al colegio de bellas artes y prepararme para entrar a Julliard – explicó Pol
—Aparte del béisbol, con mi abuelo iba a los partidos de fútbol americano, quiero ser profesional y el Colegio de tú mamá tiene el mejor equipo, así que haré mi exámen de admisión en unos meses – Johan se rascó la nuca —. Si quieres ser profesional deberías entrar a su colegio, quizá haga esforzarnos académicamente pero te puedo asegurar que conseguiría buenos visores para apresurar nuestro sueño – le sonrió de lado
—Es cierto, mamá los ayudaría, además tiene buen antecedente con cuatro alumnos que se volvieron profesionales en sus respectivos deportes
—¿Qué hay de ti? – le preguntó Otis a su hermano
—Quiero intentarlo sólo, aunque sé que con una llamada de papá lo tendría resuelto quiero entrar a bellas artes y después al conservatorio por mérito propio, así que, esperaré la convocatoria
Soter bajó la cabeza, era momento de separarse
—No seas dramático, solo ya no estudiaremos juntos, pero nos seguiremos viendo en tu casa o la mía – Johan palmeó su hombro —. Aunque deberías pensar eso del colegio de tu madre, es más fácil ser visto ahí que en otro lugar
—No quiero ser abogado, además, no quiero estar bajo su vigilancia
Los demás rieron
—No quieres que sepa la fichita que eres – le burló Pol —. Tranquilo, que ella ya lo sabe después de encontrar tus condones en tu cajón – rio
—Que maldita vergüenza – Johan soltó una carcajada —. Esas cosas se guardan en otro lado Otis, no a un simple alcance
—Ya ya ya, aprendí mi lección ¿Ok? – rodó los ojos
