Todos tenemos una historia, somos lo que hicimos y lo que hacemos.
Hoy como todos los días tienes una elección; puedes seguir por el camino de siempre gastando tu tiempo como sueles hacerlo o puedes ser heroica y tomar un camino épico.
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A pesar de que la mayoría de sus momentos eran felices, también había unos tristes e inevitables
La madre de Mike cayó en cama y no podía recuperarse, fueron tiempos difíciles para la familia ver enferma a la mujer que siempre los había llenado de vitalidad con su energía tan carismática
—No se sientan mal mis niños, es parte de la vida – Lili tomó las manos de sus dos hijos —. Estoy tranquila y feliz de las personas que dejó aquí
Su sonrisa cansada demostraba tranquilidad y aquellas palabras para Mike fueron reconfortantes, sin embargo, le era angustiante ver a su padre destrozado despidiéndose del amor de su vida
A muy a regañadientes, Neo se mudó con ellos para que no estuviera sólo, se sentía feliz de estar con sus nietos pero era un martirio no ver a su esposa a su lado disfrutando más de ellos
Ya había pasado un año desde que Lili falleció y él estaba sumergido en una profunda tristeza, siempre se sentaba en la banca colgante frente a la pequeña fuente y pasaba horas en solo observar el agua caer en un silencio tortuoso
—Papá, vamos a comer, Frank vino y no para de alardear que te consiguió tu Whisky favorito y yo no – Mike rodó los ojos —. Dile que sabe horrible – pidió como si fuera un niño pequeño
Neo soltó su risita y lo miró, aunque ya era todo un hombre siempre sería su niño
—Deja de pelear con tu suegro – le reprendió con cierta diversión
—Él empieza – se cruzó de brazos
Hubo un silencio, a Mike le intrigaba porque pasaba horas viendo el agua caer
—Nos dimos el primer beso en la fuente de la escuela – empezó a contar como si supiera de su intriga —. En casa teníamos una igual, me encantaba ver cómo la pintaba y la adornaba con flores, el reflejo del agua me permite verla de nuevo – sus ojos se humedecieron
Su hijo se acercó y lo abrazó
—¿Eres feliz Mike? – preguntó
Una de las promesas que le hizo a su esposa era que debía dejarlos tranquilos, sobre todo a su hijo menor que usualmente reprimía sus emociones por los demás
—Claro que lo soy, no solo soy feliz, soy dichoso y pleno, tengo una hermosa esposa que me ama, unos hijos preciosos a los que adoro, una carrera exitosa, soy una persona amada por supuesto que soy feliz
—Prometeme un cosa hijo, prométeme que seguirás igual de feliz aunque ya no esté
Un nudo en su garganta se formó en ambos, Mike entendía que debía ocurrir en algún momento pero se negaba a perder a su otro pilar, su madre lo sabía bien, por eso le hizo prometer a su esposo que aguantaria un poco más, sin embargo, Neo ya no soportaba esa tortura de ya no tener a su compañera de vida
