Todos tenemos una historia, somos lo que hicimos y lo que hacemos.
Hoy como todos los días tienes una elección; puedes seguir por el camino de siempre gastando tu tiempo como sueles hacerlo o puedes ser heroica y tomar un camino épico.
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Para su sorpresa Euphemia no tuvo pesadillas supuso que Mike le dio una buena dosis de serotonina dejándola descansar pero no fue suficiente, se levantó de la cama a las cinco de la mañana, se había despertado asustada porque creyó que grito pero todo seguía silencioso incluso Mike estaba plácidamente durmiendo a su lado y sonrió al tenerlo en su cama
Con mucho cuidado se levantó, se puso algo de ropa y fue a la cocina para empezar a hacer el desayuno, cuando lo terminó lo tapo, lo calentaría cuando Mike despertará, lavó sus trastes y limpio un poco, todo eso ya era su rutina mañanera para calmar un poco su ansiedad ahora en vacaciones, revisó su refri para ver qué hacía falta y tomó sus llaves para salir a una tienda de conveniencia
Cuando Mike despertó se percató que había amanecido sólo, la sensación de cuando Effie se fue a Michigan volvió; angustia, miedo, tristeza, miró a su buró esperando encontrar una nota de despedida pero nada, se levantó buscando en el baño o en la cocina pero no estaba, hasta que escuchó el sonido de la puerta principal ser abierta
Euphemia venía con una bolsa de papel de mandado y con sus audífonos puestos, se estaba quitando los tenis mientras tarareaba una canción sin percatarse de un admirador
—En L.A. tengo la mexicana, en New York tengo la boricua – movía las caderas —. Besitos para todas las mujere' en Venezuela, muah – dio una vueltita —. Y en Miami tengo a cualquiera
Se paró abruptamente al verlo, se quitó los audífonos y lo miró con ojos entrecerrados
—Pensé que te habías ido
—¿De mi propia casa? – preguntó algo confundida —. Espera, pensaste ¿Que huí de mi propia casa? ¿Tan traumado te deje que tú razonamiento lógico afecte?
—No me hace gracia – le reprendió acercándose a ella para ayudarla a cargar
—A mí sí un poco – sonrió —. Pero ¿Cómo amaneciste?
—Acostado – dijo obvio
Euphemia le dio un pequeño golpe
—No juegues conmigo Mike Zacharius – el rubio rio
Le encantaba cuando decía su nombre completo
—Asustado al no verte a mi lado – confesó
—Perdón, es que me levanté temprano y no quería despertarte, se ve que dormías plácidamente
—Entiendo pero son las 8 de la mañana y nos dormimos a las 3 ¿A qué hora te despertaste?
—¿Eso importa? Fui por jugo – evadió el tema, no quería dar toda una explicación de su insomnio —. Hice el desayuno ¿Quieres?
📳📳📳
—Es el tuyo el mío está apagado – dijo Euphemia y lo miró contestar su móvil
—Estoy con Effie – respondio con naturalidad —. ¿Qué pasa? Pero... Esta bien ya voy para allá – colgó
