Me rehúso ser el segundo tropo del protagonista masculino

Capitulo 29: En el departamento de Jian Wu

El ambiente del bar se volvió tenso cuando Jian Wu llegó y vio a las hermanas Lin.

Sin perder tiempo, ordenó a su chofer y a la niñera de confianza que llevaran a Lusi a la mansión Wu, mientras él se encargaba de Mei Lin.

Mei Lin, todavía bajo los efectos del alcohol, pataleaba y susurraba incoherencias mientras Jian Wu la sostenía entre sus brazos.

-"¡Tu pequeño monstruo, aléjate de mí, suéltame!" - gritaba Mei Lin, intentando liberarse.

Sin embargo, Jian Wu la llevó hacia su coche y la arrastró hacia su departamento.

Una vez dentro, la llevó directamente a la ducha, con la ropa puesta, y la empapó con agua para intentar que se le pasara la borrachera.

Mei Lin, entre sollozos y lágrimas, le lanzaba pequeños golpes en el pecho a Jian Wu mientras lo agarraba de la camisa y le preguntaba con desesperación:

-"¿Por qué no me dejas tranquila? ¿Por qué siempre me rechazabas en el colegio? ¿Por qué no me amas?"

Jian Wu, viendo que Mei Lin aún estaba bajo los efectos del alcohol, le susurró al oído con voz suave:

-"No es que te ame, Esther, solo que si me acerco a ti, morirás."

Pero Mei Lin, borracha y desorientada, no escuchaba lo que decía y, en un intento por aferrarse a él, lo agarró de la camisa con más fuerza, haciendo que él cayera encima de ella en la gran tina.

En medio del agua que caía sobre ellos, sus labios se encontraron en un gesto lleno de intensidad y anhelo acumulado a lo largo de los años.

Jian Wu, incapaz de resistirse a la tentación, la tomó de las caderas, acercándola más hacia él, mientras Mei Lin correspondía al beso rodeando su cuello con sus brazos, aferrándose a él con fuerza.

Después del apasionado beso, Jian Wu reacciona,  apartandose de Mei Lin con delicadeza, consciente de la necesidad de mantener la compostura.

Llamó a la niñera para que ayudara a Mei Lin a cambiarse de ropa y la llevara a descansar a otra habitación.

Jian Wu se aseguró de que Mei Lin descansara en la otra habitación antes de retirarse a otra habitación.

Mientras estaba allí, su teléfono sonó, revelando la voz de su hermana al otro lado de la línea.

-"Jian Wu, debes controlarte", le advirtió su hermana con tono serio. "Recuerda, aunque ella sea tu destino, podrías ponerla en peligro."

Las palabras de su hermana resonaron en su mente, recordándole la delicada situación en la que se encontraba con Mei Lin.

Aunque quería estar cerca de ella, sabía que su cercanía podría ponerla en riesgo.
...
Mei Lin se despertó en una habitación desconocida, con un fuerte dolor de cabeza y sin recordar nada de la noche anterior.

Al levantarse, notó que llevaba puesta una camisa blanca grande de hombre y unos pantalones negros.

Mei Lin se dirigue  fuera de la habitación en puntillas.

Al llegar al comedor del departamento, se detuvo en seco al ver a Jian Wu.

-"¿ Jian Wu...nosotros hicimos eso?" - apenas pudo pronunciar las palabras, confundida.

Jian Wu, al verla, se puso de pie rápidamente y se acercó a ella con una expresión de preocupación en su rostro.

-"Mei Lin, ¿cómo te sientes?" -preguntó con voz suave, notando el desconcierto en sus ojos.

Mei Lin, todavía sin poder procesar lo que había sucedido la noche anterior, se aferró a la puerta mientras intentaba encontrar las palabras adecuadas para expresar su confusión.

-"No lo sé... No recuerdo nada de anoche" - admitió con nerviosismo, evitando el contacto visual con Jian Wu.

-"Está bien, no te preocupes. Te llevé a mi depaetamento anoche después de que te emborracharas en el bar. No pasó nada más" - aseguró, pero ocultandole que anoche se besaron apasionadamente.

Mei Lin asintió lentamente, aliviada por la explicación de Jian Wu pero aún sintiéndose incómoda por la situación.

-"Lo siento... no quería causarte problemas" - murmuró, sintiéndose avergonzada por su estado de embriaguez.

-"No te preocupes por eso. Lo importante es que estés bien. ¿Quieres desayunar algo?" - sugirió, intentando cambiar de tema para aliviar la tensión.

Mei Lin asintió con agradecimiento y se sentó a la mesa, mientras Jian Wu preparaba el desayuno. A medida que compartían la comida, la incomodidad entre ellos comenzó a disiparse.

Mientras compartían el desayuno, Mei Lin luchaba por mantener la calma y la compostura, pero el recuerdo del beso apasionado entre ella y Jian Wu seguía fresco en su mente.

Mei Lin luchaba por mantener sus emociones bajo control. Sabía que debía abordar la situación con cautela, pero no podía ignorar la atracción que sentía hacia él.

-"Jian Wu..." - comenzó Mei Lin, titubeando un poco antes de continuar. "Anoche, ¿qué más pasó entre nosotros?" - preguntó, esperando que él fuera honesto con ella.

Jian Wu se detuvo por un momento, su expresión se volvió más seria mientras consideraba cómo responder.

-"Mei Lin, sobre lo que pasó anoche..." - comenzó, eligiendo sus palabras con cuidado mientras intentaba aliviar la tensión en el aire, pero aún ocultandole que se habían besado en la noche anterior.

Mei Lin, al ver que Jian Wu le niega que se habían besado, se sintió confundida y frustrada.

Sin embargo, decidió dejar ese tema de lado por el momento y preguntar sobre otro aspecto de la situación.

-"¿Y quién me cambió de ropa entonces?" - inquirió, buscando respuestas claras en los ojos de Jian Wu.

Jian Wu, manteniendo su postura serena, respondió sin titubear:
-"Fue la niñera. Quise asegurarme de que estuvieras cómoda y descansaras bien" - explicó, ofreciéndole una explicación tranquilizadora.

-"Entiendo..." - murmuró, aunque su mente seguía dándole vueltas a lo sucedido la noche anterior.

Con esa respuesta, Mei Lin intentó dejar de lado sus inquietudes y concentrarse en volver a su mansión.

Jian Wu la llevó a la mansión de Mei Lin y se despidió con un gesto cordial. Mientras observaba cómo se alejaba, Mei Lin se sintió aliviada de estar en casa nuevamente, pero aún no podía quitarse de la cabeza los eventos de la noche anterior.

Mei Lin realmente quiere olvidarse de Jian Wu, pero el recuerdo del beso apasionado que compartieron la noche anterior sigue rondando en su mente, llenándola de esperanza.