Capitulo 22: Peluza en peligro.

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Las chicas llegaron exhaustas a su departamento en la universidad, abrieron la puerta del departamento 47 y comenzaron a desempacar sus maletas.

Mei Lin recibe una llamada que cambia su expresión por completo.

Su hermana Lusi y su familia Lin le dan una mala noticia: Peluza de Algodón, su amada gata, está enferma y está siendo operada de urgencia por un tumor en el estómago.

Mei Lin, con el corazón en un puño, apenas puede contener las lágrimas mientras se apresura hacia el veterinario.

Al llegar al hospital veterinario, Mei Lin encuentra a su familia Lin en la sala de espera, con la mirada llena de preocupación.

-"Madre, Lusi, ¿cómo está Peluza?" pregunta Mei Lin, abrazándolas con fuerza mientras las lágrimas amenazan con caer por sus mejillas.

-"Estamos esperando noticias", responde su madre con voz entrecortada, devolviendo el abrazo con preocupación.

En la sala de espera,aguardan ansiosamente por cualquier indicio sobre la condición de Peluza.

Finalmente, el veterinario sale de la sala de operaciones y se acerca a la familia Lin con una expresión seria.

Mei Lin contienen la respiración, esperando escuchar las noticias sobre su querida mascota.

-"La operación fue un éxito", anuncia el veterinario con una sonrisa reconfortante. "Logramos extirpar el tumor por completo y Peluza está estable. Ahora solo necesita descansar y recuperarse".

El alivio inunda el corazón de Mei Lin y su familia Lin mientras se abrazan con lágrimas de felicidad.

-"¡Gracias a Dios!" exclama Mei Lin, sintiendo un peso levantarse de sus hombros. "¡Gracias a todos por estar aquí y por cuidar de mi pequeña Peluza de algodón!"

-"Ella es parte de nuestra familia, Mei Lin. Siempre estaremos aquí para ella", responde su madre con amor.

Con el corazón lleno de alivio y gratitud, Mei Lin y su familia Lin se preparan para cuidar amorosamente a Peluza durante su recuperación, sabiendo que su amada mascota está en buenas manos y que pronto estará de regreso en casa, sana y salva.
...
En el último día de recuperación de Peluza, Mei Lin observa detenidamente el rostro del veterinario por primera vez.

Para su sorpresa, se encuentra con una imagen sorprendentemente familiar: el veterinario se parece demasiado a su hermano mayor de una vida pasada.

Los ojos de Mei Lin se abren de par en par mientras procesa la extraña coincidencia.

¿Podría ser posible que el veterinario y su hermano compartan algún parentesco en esta vida también?

De repente, el veterinario, el Dr. Huang Qi, nota la mirada perpleja de Mei Lin y le dirige una sonrisa amistosa.

-"¿Todo bien?" pregunta, notando la expresión sorprendida de Mei Lin.

Mei Lin balbucea, tratando de encontrar las palabras adecuadas mientras su mente da vueltas por la extraña similitud.

-"Sí, sí, todo está bien", responde finalmente, forzando una sonrisa nerviosa. "Solo me sorprendió tu parecido con alguien que conozco".

El veterinario asiente con comprensión, acostumbrado a las reacciones sorprendidas de los pacientes.

-"Suele pasarme mucho", admite con una sonrisa. "Pero no te preocupes, soy solo un veterinario".

Mei Lin asiente con la cabeza, todavía un poco desconcertada por la extraña coincidencia.

-"Bueno, gracias por cuidar de Peluza", dice con gratitud, tratando de dejar de lado la extraña sensación de déjà vu.

El Dr. Huang Qi sonríe y continúa con la revisión de Peluza, mientras Mei Lin observa con fascinación su sorprendente parecido con su hermano mayor de la vida pasada.

Al salir del consultorio veterinario, Mei Lin no puede evitar soltar una risita nerviosa ante la situación surrealista que acaba de experimentar.

Sin embargo, su alegría se convierte en sorpresa al ver a Feng Gu, el chico del que aún se siente enfadada, acompañado por una pequeña perrita pomerania.

A pesar de su resolución de mantenerse alejada de él por ser el villano de la novela que había leido, Mei Lin se siente atraída por la adorable mascota y no puede resistirse a acercarse para acariciarla.

-¿Cómo se llama?.-pregunta Mei Lin con una sonrisa, mientras acaricia a la pequeña.

-Byeol, "significa pequeña estrella".-responde Feng Gu, sosteniendo en brazos a la pomerania con ternura.

De repente, el veterinario que atendió a Peluza de Algodón se acerca por detrás de Mei Lin para entregarle unas recetas y consejos para el cuidado de su mascota.

Mei Lin asiente con gratitud mientras espera a que traigan a Peluza de Algodón.

Feng Gu y Mei Lin se encuentran en la sala de espera, cada uno preocupado por el bienestar de sus respectivas mascotas, creando una atmósfera tensa pero silenciosamente compartida por la preocupación de sus mascotas.

-"Espero que la pequeña Byeol se recupere pronto", dice Mei Lin, rompiendo el silencio con una muestra de preocupación genuina.

Feng Gu asiente con gratitud, apreciando el gesto de amabilidad de Mei Lin a pesar de su conflicto pasado de la universidad.

-"Gracias. Y espero que tu gatita también se ponga bien", responde con sinceridad.

A medida que esperan juntos, el silencio empieza a incomodar.

El veterinario finalmente llega y entrega a Mei Lin a Peluza de Algodón, quien parece estar mucho mejor después de la cirugía.

Feng Gu también recibe a su perrita Byeol y, con una leve sonrisa de agradecimiento, se marcha del consultorio con su mascota.

Mientras tanto, Mei Lin decide llevar a Peluza de Algodón de vuelta a casa con su familia Lin para que pueda descansar y recuperarse completamente.

Antes de salir, se asegura de dejar instrucciones claras a su familia sobre la medicación y cuidados especiales que Peluza necesita.

Decidida a conseguir los medicamentos recetados lo más pronto posible, Mei Lin se dirige a la farmacia más cercana.

Una vez dentro, se encuentra de nuevo con una sorpresa inesperada: Feng Gu está allí, también buscando algo en los pasillos de la farmacia.

Mei Lin no puede evitar sentir un poco de incomodidad al verlo nuevamente, pero decide no dejar que eso la afecte.

Después de todo, están en un lugar público y ambos tienen asuntos que atender.

-"Hola", saluda Feng Gu con una sonrisa cordial, mostrando una actitud más relajada de lo habitual.

-"Hola", responde Mei Lin con un asentimiento, tratando de mantener la conversación corta y centrarse en encontrar los medicamentos para Peluza.

A medida que ambos continúan sus compras en la farmacia, Mei Lin comienza a notar que la presencia de Feng Gu ya no le resulta tan incómoda como antes.

De hecho, empieza a preguntarse si tal vez juzgó demasiado rápido a Feng Gu, ya que aún no se desarrolla completamenta la venganza de él contra su familia.

Pero aún así, Mei Lin no bajará la guardia, porque ella está convencida de que Feng Gu es el villano de la novela.

Aunque su interacción en la farmacia pueda parecer cordial, sabe que no debe dejarse engañar por las apariencias.

La cautela sigue siendo su mejor aliada mientras continúa con sus diligencias, manteniendo una distancia prudente y vigilando cualquier indicio de sus verdaderas intenciones.

Me rehúso ser el segundo tropo del protagonista masculinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora