SOMMER
Me encuentro ya en mi apartamento, el chofer de Alessandro me ha traído. Aun no puedo procesar todo lo que ha pasado esta noche. Es como algo irreal, de esas cosas que pensaste que nunca te pasarían en la vida.
Estoy en la tina dándome un baño de agua fría para bajar todos los calores que el encuentro con Alessandro me ha dejado.
Nunca he tenido un orgasmo, y el muy hijo de puta, no me dejó tenerlo.
El agua recorre mi cuerpo, mis manos lo acarician suavemente, a la mente se me viene la imagen de él desnudo, esos enormes brazos, su abdomen bien definido, sus piernas bien ejercitadas, sus enormes manos sosteniendo aquel látigo. No sé en qué momento termino con mis manos entre mi coño lista para darme placer.
Nunca he sentido la necesidad de tocarme.
Soy inexperta en el tema.
Y por mas que lea, mis libros son el tipo cliché.
Ese romance vainilla.
pero realmente lo estoy disfrutando, de mi toque, mis dedos masajean mi clítoris, introduzco mi dedo corazón y comienzo a embestirme lentamente, de mi boca comenzó a salir el nombre de Alessandro, acompañado de jadeos y gemidos.
Me lo imagino con su gran cuerpo encima del mío, dándome besos cargados de deseo, esas enormes manos acariciando cada parte de mi cuerpo, su lengua lamiendo mis pechos. Mis pezones se tensan y la piel se me pone de gallina. Mi cabeza choca con el azulejo del baño. Con la mano que tengo libre magreo uno de mis pechos y me imagino que son las manos de él.
Mi mente evoca sus labios y deseo que se posen en mi boca, que su lengua juegue con la mía.
Siento como mi coño se dilata, preparado para el orgasmo, introduzco otro dedo y me imagino que no soy ya la que se está tocando, si no que es él, que son sus dedos, quizás su lengua o mejor aun su polla.
-¡Alessandro! – Gimo su nombre.
Estoy a punto de llegar a mi clímax, pulgar hace círculos en mi botón rosado que está hinchado y rojo, muerdo mis labios, preparada para la explosión que va a desatar mi cuerpo.
Nunca me había tocado, nunca me masturbé pensando en nadie, ni en mi novio. Pero con Alessandro no sé que me pasa, pero me incita a pecar. Es como ese demonio que envía el diablo, para que pruebes la fruta prohibida y sabes que, aunque eso te va a expulsar del paraíso, la muerdes.
Después de un tiempo llegué a mi clímax, descanso mi cabeza en los azulejos, mi respiración está agitada y el pecho me sube y me baja, el corazón me late con fuerza, como queriendo abandonar mi pecho.
¡Dios mío! ¿Qué he hecho? ¿En qué me he metido? ¿Cómo es que estoy en esa situación?
Me relajo un poco y comienzo a recordar porque estaba en este punto de mi vida.
FLASK BACK
Es un día normal, me levanto como siempre, a las 06:00 a. m. me siento de buen humor a pesar de que era lunes y odio realmente este día, me remuevo por toda la cama, asimilando que debo levantarme para ir al trabajo, tomo mi celular y le doy un vistazo, se me hace raro, porque hace dos días que Antonio, mi novio no me responde los mensajes. Decido escribirle una vez más.
MENSAJE LIA
Sommer: ¡Hola, amor! ¿Estas bien? Hace dos días que no te comunicas conmigo, ni me respondes los mensajes ¿Pasa algo? Respóndeme a penas puedas ¡Te amo!
No me gusta la sensación que se acentúa en mi pecho. Antonio nunca desaparece por tanto tiempo.
Dejo el celular aun lado, tomo la toalla y me dirijo hacia la ducha, abro la llave del agua fría. A Samantha le desconcertaba que pueda bañarme cada mañana con esa agua, pero era la única que me hace despertar de un todo. Después de uno minutos en la ducha, la cierro, tomo la toalla y me seco.
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ENAMORADA DE MI AMO
RomanceUn italiano arrogante, exasperante, sexy e irresistible. Alessandro Greco es el dueño de un prestigioso conglomerado en el día y por la noche le encanta ser el amo y adueñarse de todas las mujeres, para someterlas a sus más perversos deseos. Sommer...