CAPITULO 13

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SOMMER

Respiro con dificultad, el pulso lo tengo a mil, el pecho me sube y me baja, tan rápido, que temo por mi salud tanto mental como física. Este hombre hace que miles de sensaciones invadan mi cuerpo, las emociones están a flor de piel, saca lo malo de mí, eso que jamás pensé que sería, el tiene la habilidad de demostrarme que siempre llega a tu vida la persona que asi como te hace sentir especial, tambien tiene la capacidad de mostrarte otra faceta que desconocías.

Necesito alejarme de él.

Si lo tengo cerca no puedo pensar, no puedo razonar y no me puedo dejar llevar por el corazón, tengo que ser fuerte.

Me zafo como pude de su agarre, le blanqueo los ojos, e intento irme, pero Alessandro me toma de la mano y me atrae hacia él.

- ¿Qué? – Grito - ¿Qué quieres? ¿Me puedes dejar en paz?

Me frustra que tenga tanto poder en mí. Es loco porque solo lo conozco de hace poco y me desespera que ya me afecté tanto. Lo he extrañado todo el día, he querido llamarlo y me ha costado horrores no hacerlo.

-¿Cómo me estás hablando? – Su tono es tan bajo, pero no deja de llevar ese deje peligroso - ¿Eres mía aun no lo entiendes?

Intenta buscarme la mirada, pero la esquivo olímpicamente, no puedo verlo a los ojos, porque me perderé en ese cielo atormentado que tiene por ojos.

Intento por todos los medios calmarme, necesito hacerlo, pero con este hombre es imposible, no se puede, despierta cada emoción en mí, que me es imposible controlarme.

- ¿No dices que no puedes tener una relación conmigo más allá de amo y sumisa? Bien, lo tengo claro, como no he firmado el contrato, supongo que no somos nada, ya te dije que como soy buena persona, te dejaré ser por ahora solo mi amigo y como solo somos amigos puedo hacer de mi vida lo que me plazca, no tengo que rendirte cuenta de lo que haga o deje de hacer – Digo con amargura.

Cada palabra que sale de mi boca es como un trago amargo. No sé realmente las digo para él o simplemente las estoy diciendo en voz alta para mí. Para que yo lo crea y pueda alejarme.

Como puedo me alejo e intento irme nuevamente, pero él vuelve a impedirlo.

-¿Solo amigos? Ya te lo dije querida, un amigo no te hace sentir lo que yo te hice y te hago sentir – Una sonrisa arrogante se dibuja en su rosto – Por más que quieras negarlo tú cuerpo me indica otra cosa, tú respiración te delata, deseas que te haga mía aquí, que te arranque esa ropa que traes puesta, y te penetre, sé que lo deseas tanto como yo.

No puedo creer el descaro y cinismo de este hombre. La arrogancia y el ego que se carga es mas grande que un rascacielos en Dubái.

Suelto una sonrisa sarcástica y coloco las manos en mis caderas. Por primera vez en toda la noche dejo que nuestras miradas conecten, alzo la barbilla y me enfrento al hombre que ha invadido mis pensamientos desde el primer momento en que lo vi.

– Por favor, no seas tan arrogante, no voy a negar que la pasé bien entre tus brazos, eres todo lo que dices ser, pero solo fue un rato, como dijiste fue placer, fue deseo, fue un momento de calentura, sé, ahora que puedo tener al hombre que quiera – Me acerco peligrosamente a sus labios, puedo sentir como su cuerpo se tensa, y como su respiración se agita – Solo mírate, dijiste que no solías estar con ninguna mujer a menos que firmara el contrato para ser tu sumisa, pero yo te hice estar conmigo sin firmar ese maldito contrato, y ahora te tengo aquí, buscándome ¿Quién crees que desea más al otro?

Estoy siendo una perra, pero no me importa. Estoy cansada que las personas se crean con el derecho de lastimarme, de humillarme y creer que pueden venir y herirme y yo me quedaré con los brazos cruzados. Creen que me van a joder, cuando en realidad lo único que están haciendo es ayudarme a quitarme el disfraz, a sacar la mujer que realmente soy y aquella a la que por tanto tiempo he intentado esconder.

ENAMORADA DE MI AMODonde viven las historias. Descúbrelo ahora