CAPITULO 22

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ALESSANDRO

<Maldita mujer>

Es el pensamiento que me ha estado rondando en la cabeza desde que salimos del jodido club y desde que Sommer me puso un ultimátum. Voy conduciendo, ella va a mi lado dormida, vamos rumbo a mi ático, quiero pasar esta noche con ella.

Estoy jodido.

Me he acostumbrado tanto a tenerla en mi cama cada noche, a tenerla en mis brazos que estoy aterrado. Debo admitir que desde que la conocí tiene la habilidad de siempre sorprenderme, nunca pensé que esa chica tierna y tímida que conocí aquella noche donde quería darme por vencido y no seguir con mi vida, iba a llegar a revolverme todo y poner mi mundo patas arriba.

Aquella noche cuando la vi, inmediatamente llamó mi atención, cuando Jéréme me dijo que buscaba un amo me negué, pero no lo hice porque no quería hacerlo, simplemente pensé que una chica como ella no debería estar metida en este mundo tan asqueroso, quise evitarlo, de alguna manera, pero las ganas de tenerla a mi lado me lo impidieron, por más que busqué excusas para alejarme no pude.

Ahora estoy jodido, completamente jodido. No puedo sacarla de mi cabeza, invade mis sueños, mis pensamientos. Es como una droga que me ha hecho adicto a su cuerpo, a sus besos, a todo lo que ella representa, es mi rayo de luz en medio de esta terrible oscuridad.

Después de unos minutos llegamos a mi apartamento, tomo a Sommer en mis brazos y la llevo a mi habitación, le quito la ropa, la cubro con las cobijas. Debe estar cansada, me la follé hasta el cansancio en mi auto, estaba enojado, frustrado y lleno de celos. Quería matar al hijo de puta que tenía sus manos en todo su cuerpo.

Aun no entiendo como pude contenerme y no acabar con su vida ahí mismo. Ver como besaba los labios que yo he estado besando todos estos días, hizo que algo dentro de mi ardiera. La mujer sabe cómo presionar cada uno de mis botones.

Bajo a tomarme una copa, tengo tantas cosas en mi cabeza. Las imágenes donde el hijo de perra pasaba sus asquerosas manos por el cuerpo de mi mujer se repiten como una maldita película de terror en mi mente, no puedo evitar sentir celos, es que la quiero para mí.

Solo para mí.

Ella es mía maldita sea.

Está hecha para mí, es todo lo que nunca buscaba en una mujer, pero todo lo que ahora necesito. Es esta jodida obsesión insana que ha despertado en mi, las malditas ganas de tenerla todo el tiempo a mi lado, los celos que me invaden si otro hombre la mira, la toca o siquiera le habla. Es la enfermiza necesidad de matar a toda la población masculina por solo respirar cerca de ella.

Andábamos por la vida sin buscarla, aunque sabiendo que andaba para encontrarla. Ella mata a mis demonios con esa dulzura y esa inocencia asesina.

No voy a negar que me aterra amar a alguien. Siempre he intentado mantener a las mujeres lejos, ellas siempre quieren tu alma, y lo poco que queda de la mía, quería conservarla para mí, pero luego llego ella, y ha jodido cada uno de mis planes.

Estoy consciente que dije que cuando esté lista le buscaría un nuevo amo, pero esa solo es una estúpida excusa que puse. Sé que no puedo amarla como se merece, no puedo darle todo lo que me pide, porque estoy roto por dentro, solo soy un caparazón vacío, ella merece un hombre que esté lleno de amor, no un hombre que esté lleno de odio y resentimiento.

Joder, soy como una vieja histérica que no sabe lo que quiere para su puta vida.

¿La edad me habrá vuelto bipolar?

Mientras más paso tiempo con ella, más me cautiva, más quiero tenerla cerca, más me muero por hacerla mía, más me enamo...

¡Debo estar enloqueciendo!

ENAMORADA DE MI AMODonde viven las historias. Descúbrelo ahora