CAPITULO 21

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SOMMER

Quiero llorar, quiero salir corriendo y esconderme en mi apartamento por el resto de mi vida. Pero no lo voy a hacer, estoy cansada de que la gente se crea con el derecho de herirme. Miro fijamente, llena de sorpresa, al hombre que está con un par de vaqueros, una camisa polo, el cabello algo despeinado y una gran sonrisa.

-¿Cómo estás? ¿Qué haces en un lugar como este? – Me pregunta dándome un abrazo, quiero llorar ahí en sus brazos, pero estoy haciendo un gran esfuerzo por contenerme.

Me duele que no son los brazos del hombre que amo. Me duele que no sea ese mismo hombre que amo el que me vea con ese brillo que inunda los ojos de Izan. Me alejo un poco para verlo a los ojos.

– Vine con unos amigos ¿Y tú que haces aquí? – Le inquiero tratando de sacar a Alessandro y esa imagen de hace unos minutos de mi cabeza.

Izan me sonríe y me atrae más a su cuerpo. el hombre es delgado, pero se nota que debajo de toda esa ropa tiene un cuerpo bastante trabajado.

– Vine con mi mejor amigo que le gusta todo este tema, pero la verdad me estaba aburriendo, así que decidí caminar por el lugar, ahora me alegro haberlo hecho, pues me pude encontrar contigo nuevamente – El dolor que estaba sintiendo se está convirtiendo en enojo, le demostraré a Alessandro que yo también sé jugar, no pienso dejar que me pisoteen una vez más - ¿Sommer en que tanto piensas?

Esas palabras, son las que siempre me dice Alessandro, muevo mi cabeza de un lado a otro, tengo que sacarlo de mis pensamientos a como dé lugar. Se acabó lo que alguna vez tuvimos, puedo tolerarle todo, que no me quiera como yo lo quiero, que quiera dominarme, que siempre esté en sus malditos juegos, pero que esté con una mujer cuando esta noche dijo que me mantuviera a su lado no lo pienso dejar pasar.

-¿Me invitas un trago y hablamos? – Endulzo un poco el tono de mi voz, pero el esfuerzo que hago me está quemando por dentro.

Izan me toma de la mano y me lleva a la barra, pide dos tragos y nos sentamos en unas sillas que están alrededor.

- ¿En qué tanto piensas? ¿Qué veías con tanto dolor? – Me sorprendo mucho con sus palabras ¿Se ha dado cuenta?

¿Soy tan fácil de leer?

Le doy una sonrisa nerviosa.

– Cosas sin importancia, pero me alegro de que hayas llegado en el momento justo – Me acerco un poco más a él.

Izan me mira fijamente, su mirada es tierna, pero algo fuerte, me lamo los labios, y veo como sigue el movimiento, la mirada se le oscurece y sé que le gusto al hombre. Me siento como una perra porque simplemente lo estoy usando, pero ya comencé la partida y quiero ser la ganadora por primera vez.

- ¿Por qué intentas mentirme? – Sus palabras me sorprenden – Sé lo que estabas viendo... solo quería que tú misma me contaras.

Me alejo rápidamente y mi cuerpo se tensa, el corazón me late tan fuerte que siento como golpea contra mis costillas, el pulso lo siento en los oídos, las manos me sudan y la bilis se me revuelve.

-No sé de qué hablas – Intento desviar el tema con una sonrisa nerviosa.

Izan toma mis manos entre las suyas y con su pulgar acaricia mis palmas.

– Vi como estabas observando al hombre que llegó aquella vez al bar, besarse con otra, él mismo que me dijo que eras su mujer, voy a ser sincero, te vi llegar tomada de la mano con él, quería ignorarte, es más, no estaba dando una vuelta como te dije, me iba a ir, pero cuando iba saliendo te vi, quería otra vez ignorarte y no meterme en lo que no me importa, pero no pude, eres muy hermosa, como para dejarte sola con ese dolor que vi en tu mirada.

ENAMORADA DE MI AMODonde viven las historias. Descúbrelo ahora