ENAMORADA DE MI AMO

CAPITULO 3

SOMMER

Después de un tiempo Samantha llega. A penas me ve, se apresura a llegar a mí, me envuelve en sus brazos y entierra su cara en mi cuello. Yo no digo nada, es como si estuviera en otra dimensión. Mi cabeza aun no asimila todo lo que ha pasado.

Menuda vida de mierda.

Un día tengo un trabajo deseado, un novio que pienso que me ama y la vida que deseaba y en menos de nada, todo se va para el carajo.

- ¿Qué pasó? ¿Por qué estás aquí? ¿Estabas llorando? – Cuando la llamé no le di ningún tipo de información, simplemente le dije que viniera por mí.

No queria ponerme a llorar mientras hablábamos por celular y siento que ya he llorado mucho por un hombre que no vale ni una sola de mis lágrimas.

Me limpio las lágrimas que aún quedan en mi rostro tomo un poco de aire, he intento calmarme.

No vale la pena.

Me sigo repitiendo.

Nadie que me haya tratado de la forma en que Antonio me trató merece que yo gaste mis lágrimas.

– No pasa nada – Me doy cuenta de que ha llegado en un lujoso auto. No sé muchos de modelos de autos, asi que no sabría decir que marca es - ¿Con quién viniste? ¿De quién ese ese carro? – Le pregunto sorprendida.

Mi dolor pasa a un segundo plano.

Ella gira a mirar en la dirección donde el auto está estacionado. Tienes las ventanas polarizadas.

- ¡Ah! Es mi amo – Me dice sin darme alguna explicación. lo más normal y relajada.

¿Mi qué? ¿Mi amo? ¿Qué mierdas es eso? ¿Sera alguna secta y asi le llamaran a su líder?

Jesús, puedo esperar cualquier cosa de Samantha una vez me hizo saltar desnuda a un rio. Otra vez hizo que me escapara de mi casa y fuera con ella a una fiesta de esas donde es todos contra todos. Casi me da un infarto.

-¿Tú qué? – Le pregunto confundida y con los ojos abiertos.

Me llevo los dedos al puente de la nariz y lo masajeo.

No tengo animo para esto. La vida loca y no tan aburrida de Samy a veces me dan envidia. Ella siempre es la divertida y yo la aburrida, ella es la hermosa y yo bueno, bueno la... Ni sé como llamarme.

Samantha me sonríe. Me da una de esas sonrisas picaras que suele darme cuando lo que está haciendo me a dar un infarto.

– Mi amo... ¿No te he contado? – Arqueo mi ceja, esperando una respuesta.

Me cruzo de brazos y espero a que suelte la locura que está haciendo.

Samantha me ayuda a levantarme de donde me encuentro sentada y pasa su brazo por mi hombro. Con la otra mano acaricia mi rostro con los nudillos y veo en sus ojos preocupación, aunque está sonriendo, sabe que le hablaré de lo mío cuando me sienta preparada.

– Es mi amo. Hace algún tiempo entré en el mundo de la sumisión y ahora no puedo salir de ahí, realmente es excitante – Samy se caracteriza por ser una chica algo loca, siempre iba en contra del sistema como ella decía, es totalmente diferente a mí, siempre ha sido alguien aventurera, que le gusta arriesgarse, le encanta probar cosas nuevas, además que es hermosa, a donde quiera que vaya llama la atención.

Somos como el agua y el aceite. Mientras a ella le gusta ir a clubes nocturnos, a mi me gusta quedarme en la casa y ver series románticas o leer libros con personajes ficticios, de los cuales me voy a enamorar y soñar que son mi pareja y que voy a tener algún día ese tipo de relación.