CAPITULO 4

3.4K 196 12
                                        

SOMMER

Le doy un sorbo a mi taza de café. Por fin ha terminado mi semana de mierda, siento como si estuviera viviendo la vida de otra persona. Es como aquella película donde la protagonista cambia de cuerpo con su madre. Yo como que he cambiado de cuerpo con el que le dio los latigazos a Jesús en la cruz y ahora estoy pagando por aquel pecado. He estado toda la semana pensando en Antonio, aunque le he estado diciendo a Samantha que estoy bien, que la ruptura con él no me ha afectado, la realidad es que he estado mintiendo me está costando aceptar lo que ha pasado, sus palabras me han afectado mucho, mi miro cada mañana al espejo y me critico todas las partes de mi cuerpo.

Lo peor es que sé que es una mierda. No puedo dejar que alguien dictamine mi estado de ánimo, tampoco puedo permitir que palabras necias se incrusten en mi cabeza. Pero que la persona que amaste por tantos años te diga que eres sosa, desabrida y sin pisca de gracia afecta la autoestima.

Puedo con esto.

Me repito todas las mañanas.

Él no vale nada, sus palabras no tienen cabida en mi vida.

Suspiro por más que me digo esas palabras ni yo misma me las creo.

-¿Todavía no te vas lindura? – La voz de Tedd me saca de mis turbios pensamientos.

He estado bastante distraída estos días, la situación me ha afectado tanto, que me aterra. Me giré a verlo y le sonrío forzadamente, es la misma sonrisa que he estado dando todos estos días, es mi manera de aparentar que todo está bien en mi vida, aunque por dentro estoy destruida.

– Si, termino algo acá y salgo – Veo como se aleja y me voy quedando sola en la biblioteca.

He terminado lo que estaba haciendo, comienzo a recoger mis cosas para salir y poderme ir al apartamento, cuando mi celular comienza a vibrar en algún lugar de mi escritorio, sé que es una llamada de Samantha, ya que le tengo el vibrador fuerte para saber que es ella cuando llama.

Mierda.

La llamada se pierde y comienza a vibrar de nuevo. Si supiera donde carajos está mi celular podría contestar, ahora mínimo Samy va a pensar que estoy a punto de tirarme de el edificio mas alto o estoy a punto de tirármele a un auto.

Esto me recuerda a esa serie coreana, donde el protagonista decide quitarse la vida, ya que todo le sale mal, cuando está de pie en el borde del edificio su madre comienza a llamarlo y él no contesta. El tipo logra tirarse, pero corre con tan mala suerte que la muerte se le presenta y lo hace vivir doce vidas más.

Jesús.

Yo ni siquiera podría tirarme del edificio le temo a las alturas, soy tan cobarde que pienso que ni para quitarme la vida sirvo.

Mi celular vuelve a vibrar y por fin puedo tomar la llamada.

LLAMADA

-¡Hola cariño! ¿Ya vienes? – La escucho chillar del otro lado de la línea - ¿Y por qué no contestabas el celular? ¿Pensabas suicidarte sin mí? Sabes que no tienes permitido morir si no es conmigo.

-Si. Termino de recoger todo y salgo ¿Por qué? – Sonrío – Y no, no pensaba suicidarme sin ti.

-Vamos a salir, te llevaré a un lugar y necesito que llegues rápido para poder arreglarte.

-¿Me vas a llevar a dónde? Y ¿Por qué me tienes que arreglar?

-Cariño, no hagas tantas preguntas, tú solo trae ese trasero tuyo aquí y déjate llevar por mi...

-¿Sabes que no es nada bueno cuando dices eso?

-Lo sé... Ahora mueve rápido ese trasero. Hoy es noche de travesura.

ENAMORADA DE MI AMODonde viven las historias. Descúbrelo ahora