CAPITULO 20

1.2K 118 12
                                    


SOMMER

Me siento como la mierda, hubiera preferido quedarme en mi apartamento leyendo algún libro y no estar en el auto, junto al hombre que me tiene la cabeza jodida y rumbo a una fiesta que sabrá Dios que me iré a encontrar allí. Alessandro no dijo una sola palabra y no es como que yo haya hablado tampoco. Me mantuve en silencio, mirando por la ventana y pensando en que voy a hacer para salir de esta situación. El ambiente se mantuvo tenso, sabía que Alessandro se ha enojado por no ponerme la ropa que me ha enviado, pero no quiero seguir poniéndosela tan fácil.

Sé que quería ser su sumisa, y él también quiere que lo sea, pero con el paso del tiempo, se ha ido desdibujando la línea y no sé si sigo queriendo que me trate solo como una más. Quiero ser especial para él, quiero poder llegar a ser algo más que una sumisa que pasa por su vida. Esta situación me está matando, y como la masoquista que soy le sacaré el mayor provecho.

En el tiempo que he pasado con él, he aprendido que entre más rebelde sea, él vuelve más competitivo y dominante. Se interesa más en mí, quiere probarse a sí mismo que puede dominarme y convertirme en una gran sumisa.

Lástima que yo no esté trabajando en convertirme en la sumisa de ningún otro hombre.

Aquí no solo sufriré yo por no tenerlo, sufriremos ambos, si él está intentando domarme, por qué yo no puedo hacer lo mismo, yo también quiero que él se enamore y se doblegue ante mí, no voy a ser más la Sommer tonta de siempre.

Y cuando todo esto acabe, por mas rota que quede, me iré lejos, pero me llevaré conmigo todas las cosas vividas. No seré la única que pierda, porque si bien yo no obtendré nada del hombre que quiero, él tampoco obtendrá la satisfacción de que pudo doblegarme ante sus deseos.

-Llegamos, debes bajarte – La voz de Alessandro me saca de mis pensamientos, veo cómo se baja del auto sin siquiera mirarme.

Doy un suspiro y también bajo del auto, camino hacia su lado, cuando voy a comenzar a caminar siento que alguien toma una de mis manos, me asusto y pego un brinco, pero me doy cuenta de que es él, lo miro a los ojos confundida y le hago señas para que me explique que está pasando, hace unos minutos venía muy enojado y ahora me toma de la mano

-Puede que no me guste que no me hagas caso y que me desobedezcas todo el tiempo, pero vinimos juntos, y así vamos a pasar la noche juntos – Una sonrisa se me dibuja en el rostro, es muy hermoso ver que aun cuando está enojado no deja de estar pendiente de mí – No te muevas de mi lado. No quiero matar a nadie esta noche por favor. Estas muy hermosa y ya estoy apunto te tener una arritmia cardiaca por tu culpa.

Sacudo la cabeza y suelto una carcajada. Y así como si nada, el ambiente vuelve a ser el mismo de siempre. Vuelven las bromas y el coqueteo que lo caracteriza.

Entramos a lugar, hay muchas personas, casi ni podíamos caminar, un mesero se nos acerca y nos indica donde se encuentra nuestra mesa, caminamos detrás del mesero y llegamos a un gran cubículo. Es parte de los cubículos para personas V.I.P tomamos asiento, Alessandro y Jéréme piden las bebidas. Yo miro para todos lados, hay muchos amos con sus sumisas.

Es como estar en la película Cincuenta sombras de Grey pero elevado a 10. Jesús ¿No se cansan de estar colgadas de esas malditas cuerdas? algunas van con cadenas, otras llevan un collar como si fuera de perros.

Espero que al de ojos azules no se le ocurra intentar ponerme eso porque le corto las pelotas.

No tengo complejo de mascota... aun...

Sigo observado todo el lugar, otras mujeres simplemente se mantienen pegadas a sus amos, también logro ver que hay hombres con el mismo collar que llevan las sumisas, supongo que ellos son los sumisos y que las mujeres que llevan brazaletes del mismo modelo que el collar son su dominatrix.

ENAMORADA DE MI AMODonde viven las historias. Descúbrelo ahora