ENAMORADA DE MI AMO

CAPITULO 7

SOMMER 

Tengo el cuerpo entumecido, es como si se negara a moverse, mi cabeza está embotella, sumida en una neblina, que no logro disipar. Mi cerebro se niega a ponerse en funcionamiento, y creo que ahora si murieron todas mis neuronas. La vida tiene que estar jugándome una mala broma, y esto tiene que ser un maldito juego.

¿Estoy en una realidad alternativa?

¿He entrado a unos de mis libros y ahora estoy viviendo su vida?

Quiero poner a funcionar la parte lógica de mi cabeza, darle una razon realista a cada suceso de los últimos días, pero sigo sin encontrar una jodida respuesta.

Termino con mi novio.

Mi novio me es infiel.

Conozco a un hombre que está mas bueno que cualquier otra cosa.

Pedí ser una sumisa.

Necesito calmarme, ir a mi casa. Tomarme una copa de vino. Tirarme en mi cómodo sofá y perderme entre hojas de papel y tinta negra, necesito escapar de la realidad.

No puedo salir de mi asombro, mi boca se niega a pronunciar una sola palabra, el italiano me jala de la mano y yo simplemente lo sigo, mi cuerpo sigue en aquel trance del cual no puedo salir. Simplemente lo miro desconcertada, por qué me ha ayudado, por qué ha dicho que soy mi novia.

Tantas malditas preguntas. Ni una sola jodida respuesta.

Ya no sé quien soy.

No acostumbro a usar mala palabras, pero quizás algún espíritu se ha apoderado de mí, y mi alma está en el cuerpo de otra persona.

Llegamos a su auto, simplemente me estoy dejando llevar de él

– Sube – Me indica y yo simplemente hago caso. Él camina hacia el otro lado del auto y se sube tambien - ¡Vamos! – Le dice chofer y este asiente.

Observo todo el auto, desde su tapizado de cuero, las ventanas polarizadas, el aroma que lo inunda. Huele a dinero y poder.

Sigo sin decir nada, solo lo miro, no puedo dejar de admirar su bello rostro, ver como llegó en el momento en que más necesitaba ayuda, como me tomó de la cintura, como dijo aquellas palabras, hizo que mi corazón vibrara, era una sensación extraña, era algo que no podía explicar.

Este adonis apareció de la nada y me salvó del villano.

Soy una romántica empedernida.

Mi madre siempre solía regañarme por no leer cosas mas reales, pero para que leer dolor, angustia y tristeza en un libro, ya de eso hay mucho en el mundo real. Los libros son el mecanismo de escape de las almas solitarias, tambien de aquellas mentes que están en constante guerra y solo buscan un lugar seguro en el que puedan descansar.

– Me vas a hacer un hueco en la cara, si me sigues mirando así – En ese momento al escucharlo decir eso, es como si hubiera vuelto a la realidad.

Y ahí va mi momento romántico, mi príncipe deja de ser príncipe para volver a ser el imbécil de siempre.

Carraspeo un poco la garganta

- ¡L-lo siento! – Le digo apenada.

Lo veo como me da una sonrisa ladeada, ¡Dios, me estoy volviendo loca! No sé qué tiene este hombre que me hace desearlo. A mi mente se vienen muchos pensamientos lujuriosos, quiero que me quite la ropa aquí mismo y me haga suya. Intento reaccionar y comienzo a negar con la cabeza.

Debes calmarte Sommer, pareces una maldita enferma.

Quizás si esté enferma.

Debo ir al medico a que me revise la cabeza y me ponga una camisa de fuerza de paso.