ENAMORADA DE MI AMO

CAPITULO 34

SOMMER

No he podido dejar de pensar en la conversación que tuve con Raquel. Saber todo lo que la madre de Alessandro le ha hecho, me hace arder de rabia. Nunca he sido violenta, pero cada cosa que me entero de su pasado, solo aviva mi parte psicópata y me hace querer despellejar a esa señora viva.

Me gustaría hacerle pagar cada lagrima que derramó el hombre que amo. Ahora entiendo su comportamiento, ese miedo a demostrar que alguien le importa, esas terribles ganas de siempre tener el control, la forma en la que se cierra y deja a todo el mundo fuera de sus muros. Es su mecanismo de defensa.

Suspiro. Ha sido un día de muchas emociones y revelaciones. Agradezco que Por fin haya acabado. he estado todo el día ansiosa, me muero por ver a Alessandro, por decirle todo lo que Raquel me ha contado. Sé que enterarse de la verdad puede dolerle un poco, pero que quiero que entienda que el problema nunca fue él.

Quiero que se dé cuenta el hombre tan valioso que es, que nada de lo que pasó fue culpa de él.

Si tan solo supiera donde se encuentra. No me he podido comunicar con él. Solo espero poder llegar a casa y encontrar a Samantha, necesito que me ponga en contacto con Jéréme.

Termino de guardar mis cosas y salgo apresurada, hoy es viernes y sé que Samantha se encontrará con Jéréme para ir al bar donde suelen ir, quiero ir con ellos, sé que puedo encontrar a Alessandro en ese bar, ya que Raquel me dijo que él ha estado yendo constantemente allí.

Espero que el de allá arriba escuche mis plegarias.

Tomo un taxi, tengo tanta prisa que no quiero a esperar el autobús. Llego al apartamento entro rápidamente y busco por todos lados a mi mejor amiga, pero ya no está, no la encuentro por ningún lado. Me desinflo y mis hombros se caen. No voy a negar que me entristece un poco no encontrarla aquí.

Camino hacia mi habitación y al llegar encuentro una nota de ella.

NOTA

¡Hola hermosa!

Estoy en el bar de siempre, no quise esperarte, porque sé lo afectada que estás con todo el problema de Alessandro, te dejé comida en el horno, caliéntala y come algo, no te has alimentado bien estos días, trataré de no demorarme, si quieres venir ven, estaré feliz de verte aquí.

Te amo Sammy.

Sonrío esta es mi señal. Rápidamente me doy una ducha, me pongo ropa hermosa y salgo, espero encontrarme a Alessandro en el bar, al llegar me dejan pasar. Ya me conocen, busco por todo el lugar a los chicos. Después de un rato buscarlos los encuentro, están en una mesa V.I.P como siempre, me acerco rápidamente a ellos.

Estoy muy nerviosa por lo que pueda pasar hoy. Hoy voy a poner todas las cartas sobre la mesa, una vez más le voy a abrir mi corazón a Alessandro y veré que hace con él. Solo espero que no me lo destroce.

- ¡Sommy, viniste! – Grita mi mejor amiga apenas me ve.

Le doy una sonrisa. Está con un hermoso vestido plateado que le llega a mitad de sus tonificados muslos dejando expuestas las largas piernas. Tiene un escote pronunciado, el cabello lo tiene en un alto moño bien peinado, el maquillaje que tiene le resalta esos hermosos ojos verdes. Samantha es una morena hermosa, con grandes curvas, buenos senos, buena cola.

Ella me da un gran abrazo y me llena el rostro de besos. Es la hermana que siempre quise. Quizás no es mi sangre, pero si tengo otra vida, la escogería sin dudarlo.

-¡Basta! – Bromeo – Tú amor me asfixia.

Ella hace un gesto de dolor, quien no la conociera diría que mis palabras le afectan, pero noto como se muerde el labio para no reír.