Valneblina

Cap 3: El Patrón en la Penumbra

La noche había caído sobre Valneblina, y con ella, un silencio que parecía llevar el peso de los secretos no contados. En mi habitación, bajo la tenue luz de una lámpara, las pistas se extendían frente a mí como un mapa estelar de conexiones y posibilidades. Yo, Lian, estaba solo con mis pensamientos, pero en mi mente, la compañía de las pistas era suficiente.

Había algo en las fechas de los asesinatos que me inquietaba. La señora Ramírez había muerto un **17 de febrero**, Martín un **17 de enero**; ambos asesinatos separados por exactamente un mes. Las víctimas no tenían conexión aparente, pero sus muertes compartían una similitud perturbadora: ambos cuerpos fueron encontrados en lugares que tenían un significado histórico para el pueblo.

Recordé las palabras de Lucas, el bibliotecario suplente, sobre la preocupación de la señora Ramírez. Ella había mencionado fechas y nombres, como si estuviera siguiendo un hilo invisible que la llevó a su final. Decidí revisar su archivo de casos en la biblioteca, buscando cualquier patrón que pudiera haber visto.

Las horas pasaron, y con cada página, la imagen se hacía más clara. La señora Ramírez había estado investigando la historia de Valneblina, y en sus notas, encontré una lista de fechas y eventos antiguos del pueblo, todos marcados en el mismo día: **el 17**. Era más que una coincidencia; era un patrón que se repetía a lo largo de los años, una secuencia que culminaba en tragedia.

La revelación me golpeó como un rayo. El asesino estaba recreando eventos históricos, seleccionando a sus víctimas para representar figuras del pasado de Valneblina. Pero ¿por qué? ¿Qué mensaje intentaba enviar?

Con la niebla como mi única testigo, cerré el archivo de casos y me preparé para lo que vendría. El próximo **17** se acercaba, y con él, la certeza de que el asesino volvería a atacar. No podía permitir que la historia se repitiera.

Armado con el conocimiento de las pistas y la determinación de un corazón que no conocía el miedo, me prometí a mí mismo que detendría al asesino antes de que la penumbra se cobrara otra vida. Valneblina había sido mi hogar, mi refugio, y ahora, era mi campo de batalla. Yo, Lian, no solo enfrentaría al asesino, sino también las sombras de un pasado que se negaba a ser olvidado.