Capitulo 27: los Túneles

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La biblioteca se había convertido en un santuario de secretos y revelaciones. Mientras Lian y Sofía se sumergían en el mundo de los códigos y cifrados, Tomás y Valeria seguían la pista de la máscara ceremonial. La noche avanzaba, y con ella, la sensación de que cada segundo era vital.

"Creo que lo tengo," exclamó Sofía, su voz rompiendo el silencio sepulcral. "Es un cifrado de transposición. Las letras marcadas... forman coordenadas."

Lian se acercó, observando el patrón que Sofía había descubierto. "34°N, 75°W... eso está en las afueras del pueblo, cerca del viejo molino."

Mientras tanto, en las calles desiertas, Tomás y Valeria seguían la débil luz de sus linternas. La máscara les había llevado a una serie de pistas crípticas, cada una más enigmática que la anterior.

"¿Crees que esto es peligroso?" preguntó Tomás, su voz apenas audible sobre el viento nocturno.

Valeria, con una mirada de determinación, respondió, "Todo en este caso ha sido un riesgo. Pero si queremos detener estos asesinatos, no tenemos otra opción."

De vuelta en la biblioteca, Lian y Sofía empacaban sus cosas, preparándose para dirigirse al molino. "Tenemos que ser rápidos," dijo Lian. "Si esas coordenadas son correctas, podríamos estar a punto de descubrir algo grande."

El amanecer estaba cerca cuando el grupo se reunió en el molino. La estructura, bañada por la luz creciente, parecía guardar los ecos de un pasado olvidado.

"Esto es más grande que nosotros," murmuró Sofía, mientras exploraban el interior. "Pero juntos, podemos enfrentarlo."

La búsqueda en el molino reveló una serie de túneles subterráneos, y en ellos, la evidencia de rituales pasados. Pero lo más impactante fue el descubrimiento de una lista con nombres futuros... y el próximo era uno de ellos

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