La escuela de Valneblina, una vez un lugar de risas y aprendizaje, ahora estaba envuelta en un silencio tenso. Los pasillos resonaban con el eco de los pasos cautelosos de estudiantes y profesores, cada uno llevando consigo el peso del miedo. Las aulas, que deberían haber sido santuarios del conocimiento, se habían convertido en cámaras de inquietud.
Lian, Sofía y Tomás caminaban juntos hacia la clase de filosofía, su conversación un susurro entre ellos.
"Es surrealista," murmuró Sofía, "venir a clases sabiendo que... podría ser cualquiera de nosotros."
Tomás asintió, su mirada perdida en el suelo. "Pero no podemos dejar que el miedo nos paralice. Tenemos que seguir adelante, por nosotros y por los que ya no pueden."
Lian cerró su puño con determinación. "El asesino no nos va a detener. Vamos a atraparlo, y vamos a hacer que pague."
La profesora de filosofía, la señora Alba, una mujer de mediana edad con una mirada que parecía ver más allá de las paredes del aula, comenzó la clase con una pregunta que resonó en el silencio.
"¿Qué es la vida sino un breve paso entre dos eternidades? ¿Y qué es la muerte sino el umbral hacia lo desconocido?" preguntó, su voz clara y calmada.
Los estudiantes la miraron, algunos con curiosidad, otros con temor.
"La vida," continuó la señora Alba, "es valiosa porque es efímera. Cada momento es precioso, cada día una oportunidad para cambiar, para crecer, para amar."
Lian escuchaba, las palabras de la profesora tocando algo dentro de él.
"Y la muerte," dijo la señora Alba, "aunque nos asusta, es una parte natural de nuestra existencia. No debemos temerla, sino aceptarla como el cierre de un capítulo, el inicio de algo nuevo que aún no comprendemos."
Sofía tomó la mano de Lian bajo la mesa, un gesto de apoyo silencioso.
"Por eso," concluyó la profesora, "debemos vivir nuestras vidas plenamente, con valentía y compasión. Porque al final, lo que importa no es cuánto tiempo vivimos, sino cómo vivimos."
La campana sonó, marcando el fin de la clase, pero las palabras de la señora Alba se quedaron con Lian, Sofía y Tomás. Salieron del aula no solo con una lección de filosofía, sino con una renovada convicción de enfrentar la oscuridad que acechaba en Valneblina. Era una lucha no solo por la justicia, sino por el derecho a vivir sin miedo.
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Valneblina
Misterio / SuspensoEn las sombras de Valneblina, un pueblo dividido por secretos ancestrales y la corriente incesante de un río, se despliega una historia de amor, misterio y sacrificio. "La Lucha de Lian" es un viaje a través de la oscuridad hacia la luz, donde las c...