Valneblina

**Capítulo 30: El Pacto de Valneblina**

La noche envolvía la habitación con su manto oscuro mientras los jóvenes se congregaban alrededor del diario de Alejandro. La luz de las velas parpadeaba, proyectando sombras que danzaban sobre las paredes como espíritus inquietos. Con cada página que pasaban, el pasado del pueblo de Valneblina cobraba vida, revelando sus más oscuros secretos.

"Escuchen esto," dijo Lian, su voz baja pero clara en la quietud. "Dice aquí que los rituales comenzaron hace más de doscientos años, como un pacto entre los ancestros del pueblo y una entidad que ellos llamaban 'El Guardián del Equilibrio'."

Sofía se acercó para ver mejor. "¿Un pacto? ¿Qué tipo de pacto?"

"Un pacto de sangre," continuó Lian, "para mantener la prosperidad del pueblo. Los ancestros creían que debían ofrecer doce vidas cada año, seis hombres y seis mujeres, para apaciguar a 'El Guardián' y mantener el equilibrio."

Tomás frunció el ceño. "Pero, ¿por qué seguir con esto ahora? ¿No se dan cuenta de que es una locura?"

Valeria, con los ojos fijos en el diario, respondió: "Para ellos no es locura, es tradición. Creen que si rompen el pacto, el pueblo caerá en desgracia."

El diario describía el ritual con detalle macabro. Las víctimas debían ser escogidas al azar, representando la imparcialidad del destino. Cada muerte debía ser precedida por un canto ancestral, simbolizando el ciclo eterno de la vida y la muerte.

"Esto es... es abominable," murmuró Sofía, su cuerpo temblando ante la revelación.

Lian la abrazó, intentando ofrecer algo de consuelo. "Vamos a detenerlos," prometió, aunque la duda anidaba en su corazón.

El diario también contenía nombres de antiguos habitantes del pueblo, algunos de los cuales aún tenían descendientes viviendo entre ellos. Era evidente que el culto había pasado de generación en generación, manteniendo sus secretos ocultos bajo una fachada de normalidad.

"Tenemos que exponerlos," dijo Tomás, su determinación avivada por la verdad. "Por cada alma que han tomado, por cada vida que han destruido."

La noche avanzó, y con ella, la resolución de los cuatro amigos se fortaleció. No permitirían que el miedo dictara su destino. Juntos, enfrentarían la oscuridad que se cernía sobre Valneblina y traerían la luz de la verdad a su pueblo.