Valneblina

**Capítulo 39: El Precio del Silencio**

El silencio de la huida se rompió con la estática de la radio. Una voz desesperada pedía ayuda desde Valneblina, una llamada que resonó en el alma de Lian. Sin entender, sin querer creer, decidieron regresar.

El pueblo que una vez conocieron ya no existía. Las calles estaban llenas de siluetas inmóviles, cuerpos sin vida que alguna vez fueron sus vecinos, sus amigos. Lian caminaba entre ellos, la incredulidad y el horror reflejados en su rostro.

Encontró a su padre, una sombra de lo que fue, luchando por cada aliento. "El destino... ya no pertenece a unos cuantos," jadeó. "Los sacrificios... son necesarios."

"¿Qué ha pasado aquí?" preguntó Lian, la voz ahogada por el miedo y la confusión.

El jefe de policía, con los ojos nublados por la muerte, murmuró: "La naturaleza... cobra lo que se le debe."

Lian sintió cómo la culpa lo invadía, un eco de las advertencias de su padre. Recordó las historias de los ancestros, el culto que fue piedra angular de Valneblina, y se preguntó si su rechazo había desencadenado este destino.
** La Huida de las Sombras**

El polvo aún se asentaba sobre Valneblina cuando Lian y sus compañeros contemplaron la magnitud de la tragedia. Las calles, una vez llenas de vida, ahora yacían en un silencio sepulcral, interrumpido solo por el lamento del viento.

Lian, con el peso de la culpa aplastando su pecho, se arrodilló entre los escombros de lo que fue su hogar. "Esto es por mi culpa," murmuró, las lágrimas surcando su rostro. "Por mi rechazo a las tradiciones, por mi desafío al destino."

Valeria se acercó, su mano en el hombro de Lian. "No, no puedes cargar con esto solo. Todos tomamos la decisión de luchar contra el culto."

Tomás, con la mirada perdida en el horizonte, asintió. "Debemos irnos. No hay nada que podamos hacer aquí ahora."

Sofía, aún débil pero firme, se unió a ellos. "Lian, luchaste por lo que creías correcto. Eso no puede ser un error."

Con un último adiós silencioso a los que se quedaron atrás, se alejaron de Valneblina, dejando atrás las sombras del pasado. La lucha de Lian por un futuro diferente no había terminado, pero ahora sabía que algunas batallas se ganan solo al escapar para vivir otro día.