Capítulo 36: El Último Amanecer**

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El amanecer del 17 se filtraba a través de las rendijas de la cabaña, bañando la habitación en una luz dorada que contrastaba con la oscuridad de la noche anterior. Lian miró a Sofía, su rostro pálido y sus ojos cerrados, aún recuperándose del calvario vivido.

"Sofía, te vas con Valeria y Tomás," dijo Lian con una voz que no admitía réplica. "Yo me quedaré para enfrentar al culto."

Sofía intentó protestar, pero Lian la interrumpió. "No hay tiempo. Es la única manera."

Valeria y Tomás, aún con la adrenalina del escape nocturno del hospital, llegaron a la cabaña. "Estamos listos," dijo Valeria, tratando de ocultar el temor en su voz.

Tomás, con una mueca de dolor, asintió. "Vamos a sacarte de aquí, Sofía."

Lian los observó partir en el auto de Valeria, una nube de polvo marcando su huida. Luego, con manos que no temblaban, tecleó un mensaje para el número desconocido: "Si quieren encontrarme, estaré en el viejo molino. Solo."

La respuesta no tardó en llegar: "Así será."

Lian se preparó para lo que sabía que sería su último enfrentamiento. No había vuelta atrás, no cuando la vida de Sofía y el futuro de Valneblina estaban en juego.

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