*Capítulo 22: Pistas y Corazones Entrelazados**

2 0 0
                                    

Tomás y Valeria caminaban por los pasillos del hotel, ahora un lugar marcado por el recuerdo de la tragedia. Cada habitación parecía guardar ecos del crimen, y ellos buscaban desesperadamente algo que hubiera pasado por alto.

"¿Crees que se nos escapó alguna pista aquí?" preguntó Tomás, revisando cada rincón con meticulosidad.

Valeria suspiró, su mente reviviendo aquellos momentos de horror. "No lo sé, Tomás. Todo sucedió tan rápido, y estaba tan oscuro..."

Tomás la miró, la preocupación evidente en su rostro. "Valeria, tienes que saber que... bueno, que me importas. Mucho."

Ella se detuvo, sorprendida por su confesión. "Tomás, eres increíble, pero soy siete años mayor que tú. No podemos..."

"Lo sé," interrumpió él, "pero no puedo evitar lo que siento. Aunque solo sea estar aquí para ti, eso es suficiente para mí."

Valeria le ofreció una sonrisa triste. "Eres un buen amigo, Tomás. Eso es lo que necesito ahora."

Mientras tanto, en la biblioteca, Lian y Sofía estaban sumergidos en libros antiguos y documentos, buscando la clave que los llevara al asesino.

"Esto es interesante," dijo Sofía, señalando una anotación al margen en un diario viejo. "Habla de un plan, algo que se remonta a años atrás."

Lian se inclinó sobre el diario, su mente trabajando a toda velocidad. "Pero, ¿qué plan? ¿Y cómo se conecta con los asesinatos?"

Sofía frunció el ceño, frustrada. "No lo sé, pero siento que estamos cerca, muy cerca."

Lian pasó su mano por su cabello, la tensión de la incertidumbre pesándole. "Vamos a descifrarlo, Sofía. Tenemos que hacerlo."

Juntos, continuaron su búsqueda, conscientes de que cada minuto contaba y que el asesino aún estaba allí fuera, su plan macabro aún oculto en las sombras de Valneblina.

ValneblinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora