Un Nuevo Comienzo

Capitulo 3

El anuncio dejó a todos en la sala en un silencio tenso, pero fue la reacción de Nedim la que más impactó a Ceren. Sus ojos reflejaban una mezcla de sorpresa, tristeza y una pizca de resignación.

-"Nedim, al irme puedo pagar mis pecados y por fin dejar de atormentar a todos", dijo Ceren, su voz temblorosa pero firme. "Además, todos en esta casa saben que tu tío Agah me odia, y tú, Nedim,también me odias por todo el maltrato físico y mental que te ocasione cuando recién estábamos casados, además apenas nazca al bebé, me pedirías el divorcio. Por eso, en estos momentos estoy acelerando el proceso".

Nedim la miró en silencio por un momento, sus pensamientos evidentemente turbados por las palabras de Ceren. Luego, con un suspiro pesado, asintió con resignación, reconociendo que su venganza hacia Ceren debía detenerse por el momento, aunque nunca olvidaría el trato atroz que le dio aquella mujer que era su esposa.

Mientras tanto, el señor Agah no sabía qué responder y solo miraba a mi madre en busca de confirmación sobre la veracidad de mis palabras. Al ver que la incertidumbre dominaba la habitación, decidí subir las escaleras, agarrándome de la barandilla, con la intención de retirarme a mi habitación para descansar.

Sin embargo, mi hermana Cemre no parecía dispuesta a dejarme descansar. Apenas di unos pasos para ingresar a la habitación, cuando ella me tomó del brazo, deteniendo mi caminar con firmeza. Su expresión era una mezcla de preocupación y determinación, indicando que tenía algo importante que decirme.

-¿Qué estás haciendo, Ceren? - preguntó mi hermana al tener toda mi atención.

-Voy a descansar, hermana. Como puedes ver, estoy muy cansada después de salir del hospital - respondí, intentando liberar mi brazo.

-No me refiero a eso, Ceren. Nadie te cree lo que acabas de decir - su voz estaba cargada de incredulidad y preocupación.

-La verdad, hermana, no me interesa si me creen o no. Solo quiero largarme con mi bebé - afirmé, frustrada por su insistencia.

-¿Tú, Ceren? ¿Te quieres largar después de lo que hiciste? - su tono era acusatorio, recordándome mis errores pasados.

-No tengo porqué quedarme aquí y soportar tus reproches - respondí con firmeza, sintiendo la rabia crecer dentro de mí ante sus palabras acusatorias.

-No te permitiré que te lleves a ese bebé, Ceren. No después de todo lo que has hecho - su voz se volvió más dura, y su agarre en mi brazo se hizo más fuerte, impidiéndome avanzar hacia mi habitación.

-¿Qué quieres decir con que no me permitirás llevarme a mi bebé? - repliqué, sintiendo la ira y el miedo mezclarse dentro de mí. Mi hermana había cruzado una línea al amenazar con tomar a mi hijo.

-Exactamente eso, Ceren. Después de todo el daño que has causado, no permitiré que arruines la vida de otro inocente - su voz era firme, pero había una nota de dolor en ella.

-¡No tienes derecho a decidir sobre mi hijo! - grité, tratando de liberar mi brazo del agarre de mi hermana.

En ese momento, nuestra madre intervino, con un tono tranquilo pero firme: -"¡Basta! Ambas, necesitamos calmarnos y discutir esto con sensatez".

Después de un momento de tensión, logramos controlar nuestras emociones lo suficiente como para seguir hablando con calma.

-"Entiendo que ambas están preocupadas por el bienestar del bebé", dijo nuestra madre en un intento de calmar la situación. -"Pero debemos resolver esto de manera pacífica y racional".

Cemre soltó mi brazo lentamente, y yo aproveché la oportunidad para retirarme hacia mi habitación, necesitando un momento para procesar lo que acababa de suceder.